El Gobierno ha aprobado, en un primer proyecto de financiación, una subvención directa de 7,5 millones de euros para la organización del Mundial de Fútbol en 2030 en España, que acogerá la competición de forma conjunta con los países vecinos Portugal y Marruecos. Una vez hecha la inversión, que se materializará durante los próximos siete años con la mejora de infraestructuras -no solo deportivas, tal y como consta en el Real Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en diciembre de 2022-, hay que pasar a los beneficios que obtendrá la economía española como contrapartida.

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La estimación del Gobierno pasa por que estos 7,5 millones de inversión pública se multipliquen por 4 en cuanto al impacto sobre el PIB nacional y por 1,3 en el primer cálculo sobre el impacto que tendría la celebración del mundial para las arcas públicas españolas. Unas cuentas a las que ha dado el visto bueno María Jesús Montero como ministra de Hacienda en funciones y máxima responsable fiscal del Gobierno, antes de que el plan diseñado por el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, lo presentara ante el Consejo de Ministros en diciembre de 2022.

El Ejecutivo calcula que, por cada euro invertido, se obtendrán 4,28 euros en impacto económico sobre el PIB nacional y 1,32 euros sobre la recaudación fiscal del Ejecutivo. En total, el Ejecutivo prevé recuperar así, no solo los 7,5 millones de euros destinados a la organización del Mundial en 2030 durante los próximos siete años, sino que estima registrar un impacto positivo en el PIB de 32,1 millones de euros, más de cuatro veces más que la inversión inicial. Asimismo, prevé recaudar 9,9 millones de euros para las arcas públicas del Estado por la celebración de un evento como este, recuperando también la inversión inicial más 2,4 millones de euros adicionales a los 7,5 millones. Casi 10 millones más para el Estado que tendrán su repercusión sobre los servicios sociales prestados a la ciudadanía, ya sea para el pago de pensiones o la mejora de prestaciones sociales. 

El Mundial podría crear 82.500 empleos nuevos

En materia laboral, el Ejecutivo prevé crear 82.513 empleos equivalentes a tiempo completo con la celebración del Mundial 2030, puestos que tendrán su grueso en el sector turístico y de organización, con un impacto positivo de 5.120 millones de euros al PIB nacional en cuanto a valor añadido. El impacto sería, por tanto, no solo económico, sino que serviría también para avanzar en la creación de empleo en los próximos siete años. Estas previsiones corresponden al plan de financiación presentado por el Ministerio de Cultura y Deporte, a través del CSD, en diciembre de 2022, por lo que podría variar de cara a la presentación del plan definitivo en 2024, tal y como ha matizado el organismo a ElPlural.com.

El Gobierno defiende en este primer plan de financiación que los beneficios obtenidos por la organización del Mundial 2030 no solo tendrán su impacto positivo en el turismo, esperando una “multitud de aficionados”, sino también un impulso a la “condición económica” a nivel nacional. Las previsiones presentadas en el primer plan estiman un gasto turístico por encima de los 5.500 millones de euros, procedente solo de los turistas y deportistas que visiten España en 2030 con la única motivación de acudir al Mundial de Fútbol.

Sin embargo, el Ministerio de Turismo, Industria y Comercio no cuenta, por el momento, con estimaciones sobre la cifra de llegada de turistas que podrían visitar España en 2030 gracias a la celebración del evento de la FIFA, ni tampoco de forma indirecta. No obstante, un evento como este lleva consigo una cifra extraordinaria de turistas por la simple extraordinariedad del hecho, teniendo en cuenta además que se celebraría en verano, el periodo turístico por excelencia para el turismo y la hostelería española. 

El fútbol promociona la marca España (y marcas regionales) 

Además del impulso económico, hay un componente igual de valioso, pero menos tangible de cara a la celebración del Mundial 2030: la promoción de la marca España. La organización de un Mundial refuerza la marca nacional del país organizador, en este caso España, pero también las de las marcas regionales, tal y como destaca el Ejecutivo en el Real Decreto que aprueba la subvención y las condiciones de ella para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Una especie de impulso a la cohesión territorial nacional ya que, según los primeros detalles conocidos hasta el momento, los partidos del Mundial se repartirán entre los grandes estadios españoles. Entre ellos, el estadio del Santiago Bernabéu y el Wanda Metropolitano, en Madrid; el Camp Nou de Barcelona; el estadio de San Mamés en Bilbao o el estadio de Las Palmas de Gran Canaria, entre la “multitud de estadios compatibles” con la FIFA de los que presumen desde el Consejo Superior de Deportes. Aunque el grueso turístico se centrará en las grandes capitales nacionales, desde el Ejecutivo prevén un impulso también a las zonas cercanas, así como un gran número de desplazamientos entre unas y otras ciudades durante el verano de 2030. 

La transición ecológica y digital aparecen también como claves en el plan de organización del Mundial 2030. El propio Gobierno menciona el “legado medioambiental” y el “legado tecnológico” como retos de la candidatura en el Real Decreto de diciembre de 2022, con el objetivo puesto en reducir las emisiones de CO2 y de huella hídrica, así como de avanzar en la digitalización a nivel nacional, también en las zonas menos pobladas del territorio. Y es que, para el Ejecutivo, el Mundial 2030 servirá de “cohesión territorial, con la participación de los actores implicados en la promoción de la práctica deportiva".