La FIFA ha concedido este miércoles la organización del Mundial 2030 a la candidatura formada por España, Portugal y Marruecos, salvo los partidos inaugurales del torneo, que serán celebrados en Uruguay, Argentina y Paraguay como un guiño simbólico a la Copa del Mundo que se jugó en 1930 en suelo uruguayo. Una decisión de la FIFA que llevará a España a volver a acoger un Mundial de fútbol 48 años después, tras el de 1982.

El Consejo de la FIFA, en concreto, ha dado luz verde este miércoles a que las dos candidaturas para organizar este mundial se unan en un gran pacto global, con lo que conllevará que la edición de 2030 tenga sedes en seis países: Uruguay (partido inaugural con la celeste como anfitriona), Argentina (primer partido de la albiceleste), Paraguay (primer partido guaraní), Marruecos (4-5 sedes), Portugal (3 sedes) y España (en torno a 10 sedes, incluida la final).

El anuncio realizado por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, será trasladado al Congreso de la FIFA, el órgano encargado de llevar a cabo el formalismo de ratificar la decisión del Consejo. Este congreso está fijado para diciembre de 2024, y será cuando la decisión sea firme.

La candidatura conjunta de estos tres países ha tenido numerosos tiras y aflojas, dando tumbos y cambiando de posturas cada dos por tres. Mientras Marruecos ha ido entrando y saliendo, se planteó la inclusión de Ucrania, opción que terminó por declinarse, y la irrupción de Arabia Saudí hizo tambalear notablemente las posibilidades de los países de occidente. Finalmente, el país saudí acogerá probablemente la gran cita del fútbol en 2034.

En un encuentro reciente en Nueva York con Infantino, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, ya aprovechó para transmitirle que España, Portugal y Marruecos están trabajando para confeccionar una candidatura “sólida y ambiciosa”. Poco después de transcender la noticia, Sánchez no ha tardado en celebrarlo: “Es una gran noticia y un gran orgullo la designación de España, Portugal y Marruecos para organizar el Mundial 2030. Demostraremos la fuerza del fútbol de nuestro país como campeones y campeones mundiales, y defenderemos los valores de igualdad, solidaridad y competencia sana que deben acompañar al deporte. ¡A por ello!”.

Esta candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos competía con la integrada por Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay. En su determinación, la FIFA ha resaltado que la candidatura en la que se encuentra España representa a “dos continentes unidos no solo en la celebración del fútbol sino en que proporcionan una cohesión social y cultural única, con un gran mensaje de paz, tolerancia e inclusión”.

El Gobierno español calcula que la competición aportará al país ingresos superiores a los 10.000 millones de euros. Son previsiones que se hicieron públicas en un Real Decreto aprobado en la recta final de 2022 y en el que se concedía a la RFEF una subvención de 7,5 millones de euros para que comenzase a poner en marcha la maquinaria para conseguir que España acogiera el Mundial.

Temor por el ‘caso Rubiales’

Con el caso Rubiales que se desencadenó por sus lamentables actos con las jugadoras de la Selección española femenina en la entrega de trofeos en Australia y sus posteriores declaraciones cuando todo el país esperaba su dimisión al frente de la RFEF, el temor se asentó en el Consejo Superior de Deportes (CSD) por cómo esto podría afectar a la candidatura española para el Mundial de 2030.

Víctor Francos, presidente del CSD, aseguró que haría todo lo posible para que el escándalo en torno a Rubiales y la RFEF no afectase a la candidatura ibero-marroquí. “Me voy a poner en contacto con la FIFA para hacer una reflexión importante para que este hecho no afecte a la candidatura de España para organizar el Mundial 2030”.