La presidencia española del Consejo de la Unión Europea llegará el próximo 1 de julio, pero los encuentros del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con otros líderes internacionales no paran de sucederse debido a la importancia del designio. La influencia de las inminentes elecciones municipales y autonómicas es también innegable. De todos, quizá el anuncio más aireado y con mayor relevancia internacional es la visita que el líder del Ejecutivo realizará el próximo 12 de mayo a la Casa Blanca para reunirse con Joe Biden; sin embargo, si existe un homólogo determinante para el Gobierno, que traspasa la relación habitual con un líder extranjero, es Antonio Costa, el primer ministro de Portugal.

El posicionamiento ibérico en el exterior nunca había alcanzado cuotas tan altas como actualmente. Sánchez y Costa lo saben y no piensan desaprovechar el rédito electoral que esto puedo suponer. La excepción ibérica quizá sea el mayor exponente del triunfo de los dos líderes socialistas, aupados como determinantes en el seno de los Veintisiete y principales impulsores de la transición ecológica en el continente. El H2MED, gasoducto de hidrógeno verde que conectará la península con Europa, vía Francia, y la autonomía energética ibérica son otros ámbitos que unen a los dos líderes como si únicamente existiese un país que gobernar.

Las políticas comunes, las líneas marcadas como guía, el posicionamiento ideológico o las aspiraciones internacionales son algunas de las razones que evidencian que la relación entre los dos mandatarios no puede enmarcarse en la normalidad relacional entre Estados, situación que, lejos de disimular, ambos escenifican en sus cada vez más frecuentes encuentros. El último tuvo lugar el domingo en la ciudad costera de Oporto, donde los dos líderes abordaron la presidencia española, presidencia que ambos consideran como ibérica. Así lo evidenció el primer ministro portugués tras el encuentro, con unas palabras de unidad y política común que invitan a pensar esto.

“La articulación entre nuestros dos países cobra mayor importancia en los meses que preceden a la presidencia española del Consejo de la Unión Europea”, apuntaba Costa, evidenciando la importancia que tiene también para los lusos este acontecimiento. “Compartimos la misma visión con España en temas estratégicos”, compartía, destacando aspectos como “el acuerdo UE-Mercosur, la revisión de la gobernanza económica, la reforma del mercado eléctrico y la preparación de la UE para la futura ampliación. En la misma línea valoraba el encuentro el líder español, quién además aprovechó para felicitar a su “amigo” por el 50 aniversario del Partido Socialista portugués.

Trabajemos juntos, amigo Antonio Costa, al servicio de una mayoría social”, recogía Sánchez en sus redes sociales en un perfecto portugués. “Avanzando con políticas audaces, feministas e innovadoras”, concluía su felicitación, dejando claro que ambos países irán de la mano por el mundo mientras ambos líderes se encuentren al frente de estos. Esta buena sintonía pudo apreciarse en la última cumbre hispanolusa que tuvo lugar en Lanzarote, donde se pudo apreciar el entendimiento entre ambos gobiernos, no solo entre los jefes de Gobierno, también entre los ministros.

Este fin de semana ha tocado Oporto y Costa y Sánchez han aprovechado para abordar el debate sobre la competitividad de la industria de la UE. En este sentido, los presidentes ibéricos lo tienen claro y señalan en una dirección que en otras épocas ha sido olvidada por ambos países, a pesar de los lazos de unión: América Latina. Junto a este aspecto, “la reforma del marco de gobernanza económica, la reducción de costes de la energía o los acuerdos comerciales” son los aspectos que se situarán en el centro de las políticas durante el mandato español.

Otro de los temas abordados que ha transcendido de las conversaciones mantenidas el domingo han sido los flujos migratorios y el Pacto de Migración y Asilo europeo. En este sentido, los procederes también son comunes y Sánchez se ha comprometido con Consta a fomentar la voluntad para alcanzar un consenso que aborde el debate migratorio desde un punto de vista positivo y que esté basado en el equilibrio, la responsabilidad, la solidaridad y la inclusión.

El conjunto de aspectos en común de cara a la política internacional y las estrategias parejas seguidas a nivel nacional se extienden casi a la totalidad de las hojas de ruta de ambos gobiernos, lo que puede convertir al primer ministro Costa en un activo electoral más para la campaña con la que Sánchez pretende salir victorioso en los comicios autonómicos y municipales y, posteriormente, reeditar el Gobierno de coalición. Veremos más instantáneas como las tomadas este domingo y quizá algún acto conjunto más que, aunque incluido oficialmente dentro de la estrategia común europea, tendrá la misma construcción que los mítines que Sánchez ha celebrado y celebrará acompañado por los líderes autonómicos del PSOE.