El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, capitaneado por Pablo Bustinduy, se ha cansado de las advertencias y de un tiempo a esta parte ha pasado a la acción. Unas semanas después de imponer una multa millonaria a aerolíneas de bajo coste como Ryanair, por sus prácticas abusivas, este jueves ha anunciado que abre una investigación a las grandes gestoras de pisos turísticos, que atesoran cientos de inmuebles distribuidas por todas las comunidades autónomas, por posibles prácticas engañosas.
La investigación la pilotará la Dirección General de Consumo, dependiente del ministerio, y buscará dilucidar si se están produciendo las prácticas engañosas que se sospechan u otras infracciones contempladas en la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios. “Cualquier conducta que contenga información falsa o información que, aun siendo veraz, por su contenido o presentación induzca o pueda inducir a error a los destinatarios, siendo susceptible de alterar su comportamiento económico” es lo que considera la Ley de Competencia Desleal como práctica engañosa y que se investigará.
Además, desde la cartera de Bustinduy también recuerdan que el articulado de la ley de Competencia Desleal contempla una serie de ejemplos de lo que serían estas prácticas: “Afirmar de forma fraudulenta o crear la impresión falsa de que un empresario o profesional no actúa en el marco de su actividad empresarial o profesional, o presentarse de forma fraudulenta como un consumidor o usuario” o “dar información inexacta o falsa sobre las condiciones de mercado o sobre la posibilidad de encontrar el bien o servicio, con la intención de inducir al consumidor o usuario a contratarlo en condiciones menos favorables que las condiciones normales de mercado”.
En consecuencia, Consumo pretende devolver el foco a las posibles prácticas que pueden estar desarrollando en el negocio de los alojamientos turísticos con la única intención de magnificar los beneficios, aunque ello pueda damnificar a vecinos y destrozar los barrios. En el mes de junio, el ministerio ya abrió una investigación centrada en los anuncios que publican algunas plataformas de alojamientos que no disponen de licencia turística, siendo esta una práctica que también supondría una infracción de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios.
Se enriquecen con modelos de negocio que expulsan a las personas de sus hogares
En esta ocasión, el objeto investigado son las operaciones de pisos turísticos que, incluso teniendo licencia, se gestionan de forma irregular por empresas intermediarias que operan en diferentes puntos del territorio español. A más, desde el departamento liderado por Bustinduy se empezó a investigar en octubre a diversas agencias inmobiliarias que habrían llevado a cabo prácticas abusivas contra inquilinos en la gestión del alquiler, tales como obligar a las personas usuarias a pagar una comisión por la gestión del arrendamiento, a firmar contratos temporales sin justificar la temporalidad o a aceptar cláusulas irregulares en base a la normativa.
Desde Consumo sacan pecho y destacan que todas estas iniciativas se enmarcan en el “objetivo fijado” por Bustinduy de “atajar la crisis de la vivienda en España”, una cuestión que, según ha declarado públicamente en varias ocasiones, “es uno de los principales problemas que tiene nuestro país”. No obstante, debido a la distribución de gran parte de las competencias de vivienda en las autonomías y a los límites del ministerio de Consumo, la batalla no puede ser librada únicamente desde una cartera del Gobierno.
“Hay miles de familias que viven al límite en nuestro país a causa de la vivienda, mientras unos pocos se enriquecen con modelos de negocio que expulsan a las personas de sus hogares”, ha defendido en más de una ocasión Bustinduy, que reclama poner freno a la especulación en el sector de la vivienda. Para ello ha solicitado a todas las administraciones públicas a que, en el ámbito de sus competencias, tomen todas las medidas necesarias para abordar este problema, pero no todas han asumido de igual manera el mensaje.