La cascada de revisiones del crecimiento de la economía española no cesa. Este lunes, el Consejo General de Economistas (CGE) se ha sumado a la larga lista de organismos nacionales e internacionales que han actualizado sus previsiones al alza. Los economistas han sumado dos décimas más al Producto Interior Bruto (PIB) español y estiman que concluya el año en el 2,4%, confirmándose como la gran economía que más crecerá de la zona euro durante este año. Asimismo, ha rebajado los datos esperados para la deuda y el déficit públicos.
El organismo había actualizado su batería de previsiones hace menos de un mes, elevando el 1,9% inicial a un 2,2%, pero la publicación oficial del avance del primer trimestre del año ha obligado a elevar dos décimas más el dato esperado para 2024. Entre enero y marzo, la economía española creció un 0,8%, una décima por encima de lo adelantado, gracias a consumo privado, la recuperación de la inversión y la buena marcha de las exportaciones, destacando la influencia del turismo. Con todo, el PIB se ha agrandado y la apuestas a futuro se acercan al 2,5%.
Déficit y deuda a la baja
Las estimaciones de déficit y deuda para el cierre de año también han sido actualizadas positivamente, en este caso a la baja. El Gobierno está decidido a complementar el saneamiento de las cuentas públicas con el despliegue de políticas sociales activas y el ensanchamiento del Estado del Bienestar, todo ello de la mano de una mejora del mercado laboral y un crecimiento económico sostenido. Fruto de ello, España ha sido excluida de la lista negra del déficit de la Comisión Europea después de muchos años y llega bien posicionada a la recuperación de las reglas fiscales que se activará en 2025.
Esta vuelta del control de gasto a Europa amenaza a grandes economías con la francesa o la italiana. En contraposición, el CGE estima que España concluya 2024 con un déficit una décima menor de lo previsto, ubicado en el 3,2%. La deuda pública seguirá la misma senda de descenso de los últimos años y los economistas apuntan seis décimas más abajo que en junio, hacia el 106% sobre el PIB. Asimismo, se espera que los ingresos fiscales se incrementen en la segunda parte del año.
El paro caerá más de lo esperado
Los economistas también se muestran optimistas en materia de empleo. El Consejo espera que el empleo mantenga un crecimiento sólido durante el segundo trimestre de 2024, algo que han ido confirmando los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social. Además, los últimos datos han dado un nuevo espaldarazo a esta materia, obligando a los economistas ha recortar la tasa de paro esperada dos décimas más que en junio. En consecuencia, esperan que la tasa de desempleo se reduzca hasta el 11,2%, lo que la sitúa por debajo del 11,4% que recogía el Observatorio Financiero de hace menos de un mes.
Por el momento, la Seguridad Social registra 21,4 millones de personas afiliadas, a fecha de mayo, lo que representa la cifra más alta de la historia. Aún faltarían por conocer los datos de junio, que se harán públicos mañana y completarán los resultados del segundo trimestre, con unas expectativas son positivas. En términos de desempleo, el número de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se reducía en 58.650 entre abril y mayo, lo que representa una caída porcentual del 2,2% que se lleva la suma total a las 2.607.850 personas
Posibles riesgos
Ya en su anterior publicación, los economistas apuntaban que el avance del empleo podría tener una espiral inflacionista, algo que hasta el momento no se ha producido. Además, el descenso de los tipos de interés real preocupa especialmente. El Banco Central Europeo (BCE) aprobaba en junio la primera reducción del precio del dinero desde 2015, pasando este del máximo histórico del 4,5% al 4,25%. Al hilo de esta decisión en materia de política económica del supervisor único, los economistas han elevado dos décimas sus estimaciones sobre el Índice de Precios de Consumo (IPC), hasta el 3,2%.
Más allá, lo que consideraban más preocupante en junio es la baja inversión del país en bienes de equipo, que en el primer trimestre de 2024 se ha vuelto a desacelerar hasta el 1,6% interanual y que sigue estando por debajo de los niveles previos a la pandemia. "Quizás debería preocuparnos la trayectoria de este componente, que sigue estando por debajo de los niveles previos a la pandemia. También deberíamos preguntarnos qué parte del crecimiento del empleo es público y cuál es privado, así como cuál va a ser el plan de consolidación fiscal de España", llamaba la atención el presidente del Consejo.