#GratisNoTrabajo es el lema utilizado para denunciar a través de las redes sociales las continuas ofertas de prácticas no remuneradas que se publican en numerosos portales de empleo y en las bolsas de empleo de las universidades españolas.

El estudiante de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, Eduardo Robaina, ha sido el encargado de poner en marcha esta campaña, lanzando su protesta en la plataforma de peticiones Change.org porque considera fundamental que los estudiantes reciban un salario que reconozca el esfuerzo que realizan. "¡Los estudiantes también tenemos una vida detrás de las prácticas y unos gastos que cubrir!", defiende Robaina.

Sin embargo, desde el Gobierno, ahora en funciones, se ha pasado por alto este pequeño detalle y lo que defienden es que los becarios ahora sí cotizan a la Seguridad Social. "Hoy los becarios tienen derecho a jubilación", aseguraba la actual ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, el pasado mes de agosto. Pero, ¿en qué condiciones?

Según la última encuesta realizada por el portal de empleo de Infojobs, el 52% de los becarios mayores de 30 años trabaja gratis. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha señalado en su último estudio sobre jóvenes y empleabilidad, que los españoles son los becarios peor pagados de la Unión Europea y alerta del riesgo existente en España de abusar a este modelo.

Además, el actual plan de estudios de las universidades contempla la realización de prácticas obligatorias para poder terminar la carrera. Por tanto, sin hacer dichas prácticas, ésta no se considera terminada, y si estas son sin remunerar, igualmente se está obligado a realizarlas para poder conseguir el título universitario.

El becario que hace las fotocopias y sirve café ha quedado en el olvido. Ahora estos estudiantes que dan el salto al mundo laboral, por lo general, realizan las mismas tareas que un trabajador con un contrato laboral y no de prácticas, pero, por supuesto, con un coste mínimo o nulo para las empresas.

Y es que, visto desde el lado del empresario, ¿para qué se va a contratar a un trabajador al que hay que formar si por cero euros puedo contratar a un futuro graduado universitario, al que también hay que formar, y con más ganas de entrar en el mundo laboral si cabe?

Cabe recordar que, aunque el lema sea #GratisNoTrabajo, la remuneración de muchas prácticas, por lo general, no es generosa. En muchos casos no cubre ni los gastos de transporte, por lo que, se ha llegado a un punto en el que el estudiante paga de forma indirecta por trabajar.