La Comisión Europea presenta este miércoles su plan de recuperación conjunta para los Estados miembros de la Unión Europea. Está prevista la creación de un fondo de 500.000 millones de euros en ayudas, en su mayoría subvenciones no reembolsables, con el objetivo de hacer frente a la crisis del coronavirus de forma conjunta.

Así lo ha avanzado el exsecretario general de la Comisión Europea y actual representante del Ejecutivo comunitario en Austria, Martin Selmayr, que también ha explicado que se aprobará un marco financiero plurianual 2021-2027 de cerca de un billón de euros. Así, según lo previsto, Bruselas concederá más subvenciones que préstamos a través del Fondo de Recuperación.

Aunque el porcentaje todavía está por definir, se prevé que será del 70%-30% aproximadamente, con preferencia por las ayudas no reembolsables.

La idea del Fondo de Recuperación de la Comisión Europea es destinar las ayudas a los países más afectados a través de cuatro canales. La mitad de las ayudas se concederían mediante el instrumento de recuperación para apoyar las reformas en los Estados miembros mientras que el resto estará relacionado con los nuevos fondos de cohesión.

Es decir, el Fondo de Transición Justa y el programa “Invest EU”, con el objetivo de apoyar las inversiones estratégicas y proporcionar liquidez a las empresas europeas.

Bruselas prevé generar recursos propios a través de nuevos impuestos

Según ha explicado Selmayr, la dotación del fondo se haría con la emisión de bonos, mientras que el dinero adicional deberá fluir al presupuesto plurianual de la Unión Europea. Así, el Fondo de Recuperación se utilizará de igual forma que otros fondos del presupuesto de la Unión Europea, a través de subsidios a fondo perdido en su mayor medida.

Por otro lado, la Comisión Europea también tiene previsto generar recursos propios a través de nuevos impuestos. En este ámbito aparecen los impuestos al plástico, al comercio de emisiones de CO2, las ganancias digitales y el acceso al mercado interno de las grandes multinacionales. Según los cálculos, estos nuevos impuestos supondrían 300.000 millones de euros nuevos a las arcas comunitarias.

El debate de la Comisión está centrado en la división entre el norte y el sur de Europa sobre el carácter de las transferencias desde el primer momento. Por un lado, el norte aboga por préstamos reembolsables mientras que el sur se decanta por las subvenciones, tal y como ya han dejado claro dirigentes como Pedro Sánchez, Emmanuel Macron o Guiseppe Conte.

De hecho, la dotación del fondo sería la propuesta por Emmanuel Macron y Angela Merkel, en representación de Francia y Alemania, de medio billón de euros en préstamos no reembolsables.