El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado conocer los datos definitivos del Índice de Precios de Consumo (IPC) de noviembre, último dato con el que se calcula el valor medio anual. Los resultados son positivos a nivel general, ya que España continúa la senda descendente y, con un 6,8%, es el país de la zona euro con el dato más bajo. Esto es gracias a la reducción del precio de la energía y los carburantes y, de hecho, el país marca el precio de la luz más bajo de Europa. Sin embargo, existe un aspecto que está asfixiando a las familias, mientras reporta elevados beneficios empresariales: la cesta de la compra.

Comer se ha convertido en un privilegio para muchos hogares, llegando incluso a transformarse en una opción enfrentada a los gastos del hogar o al pago del alquiler o la hipoteca. Así lo confirma en INE, que recoge que los alimentos y bebidas no alcohólicas se han encarecido un 15,3% en lo que va de año, destacando por mucha diferencia por encima del resto de bienes y servicios. Casi nueve puntos por encima del IPC general (6,8%), distancia también a su inmediato perseguidor, el menaje (8,3%), seguido del transporte (7,7%) y los hoteles, cafés y restaurantes (7,6%).

No obstante, dentro de los propios alimentos, la subida no ha sido igual para todos los productos. El azúcar (50,2%), los aceites y grasas (31,5%), la leche (30,9%) y los huevos (27,1%) marcan los mayores crecimientos. Además, a diferencia de otras agrupaciones de bienes de consumo, ninguno de los subgrupos contemplados ha experimentado una bajada. Tan solo marcan un encarecimiento por debajo del 10% la carne de ovino (5,1%), las frutas en conserva y los frutos secos (6,9%) y la fruta fresca (9,2%). Con estos datos, cabe preguntarse cuánto ha incrementado el precio de la alimentación mediterránea en, por ejemplo, un desayuno.

Alimentos Variación IPC anual
Azúcar 50,2%
Aceites y grasas 31,5%
Leche 30,9%
Huevos 27,1%
Lácteos 21,7%
Pan 14,9%
Legumbres y hortalizas frescas 14,6%
Carne de vacuno y cerdo 13,2%
Pescado 10,9%
Fruta fresca 9,2%

¿Cuánto más caro es preparar un desayuno mediterráneo?

Si bien en cada casa el desayuno, ya sea mediterráneo o no, es muy diverso, el más repetido quizá sea el compuesto por café, tostada de aceite y tomate y zumo de naranja o, en su defecto, pieza de fruta. Definido esto y, para evitar la complejidad de tener que fraccionar y calcular el precio de dos cucharadas de café o de 25 mililitros de leche, acudiremos al supermercado como si en casa no contásemos con ninguno de los alimentos necesarios para preparar este desayuno.

En el caso del café, cuya subida interanual ha sido del 10,3%, el paquete de 250 gramos cuesta, en una media aproximada entre los más caros y los más baratos, 2 euros. Si a nuestro café quisiésemos añadirle leche, un 30,9% más cara, volviendo a seguir la técnica anterior, el brik de un litro se situaría en torno a 1,15 euros. En el caso del azúcar, para aquel que quiera endulzar su café, el precio del kilo alcanza ya los 1,40 euros, después de la subida del 50,2%. En suma, tras adquirir los productos que completaría nuestra bebida, el total ascendería a los 4,55 euros.

Continuando con la tostada, cuyo ingrediente principal es el pan, que ha experimentado una subida del 14,9%, la barra estándar y más barata, sin entrar en variedades, ronda actualmente los 0,50 euros de media en los supermercados. En el caso del aceite de oliva, ingrediente más caro sin duda, si la intención fuese seleccionar una virgen extra, el de mejor calidad y más recomendado para comer en crudo, no existe ninguna marca cuyo precio baje de los cinco euros, ni siquiera las marcas blancas. De media teniendo en cuenta todas, el precio de una botella de 1 litro asciende hasta los 7 euros. Por último, para completar el pan tumaca, el kilo de tomates, encarecidos en 9,2%, nos costaría, en su variedad de ensalada, 2 ,20 euros. Finalizada la tostada también, la suma por el momento asciende hasta los 14,25 euros.

Por último, en el caso de querer acompañar el desayuno con un zumo de naranja o una pieza de fruta también notaremos el incremento de los precios. Las naranjas, por ejemplo, que pueden consumirse tanto en zumo natural como directamente se han encarecido también un 9,2% y su precio, tanto si elegimos la de mesa como la especial para zumo, oscila en torno a los 1,30 euros. En suma, el total de productos necesarios para nuestro desayuno, aunque no se acabaran de una sentada, asciende hasta los 15,55 euros.

Si atendemos a las mismas fechas del año anterior y a los incrementos recogidos este año, los precios son sustancialmente más altos en la actualidad. En 2021, el paquete de café se podría aproximar a los 1,80 euros, el brik de un litro de leche a 0,90 euros y el kilo de azúcar 0,90 euros, lo que suma un total de 3,60 euros, 95 céntimos más barato tan solo en lo necesario para un café. Continuando con la tostada, la barra de pan rondaba un precio de 0,40 euros, el litro de aceite de oliva virgen extra marcaba la media de 5 euros y el kilo de tomates los 2 euros. Junto con lo contemplado anteriormente, el precio se sitúa en los 11 euros, más de cuatro euros por debajo. Por último, el precio de un kilo de naranjas se aproximaba a los 1,15 euros.

La cuenta total de el año 2021 asciende hasta los 12,15 euros y las del presente curso hasta los 15,55, con valores aproximados de los precios medios del conjunto de productos de diferentes supermercados. La diferencia, simplemente para la compra de lo necesario para un desayuno de varias personas, es de 3,40 euros. Evidentemente, el aumento es mucho mayor si se extiende la compra al conjunto de alimentos y para más de una comida casual. Esta situación, beneficiosa para las grandes cadenas distribuidoras y límite para los hogares, pone de manifiesto que es necesario la asunción de medidas para combatir el encarecimiento de la cesta de la compra.