El informe encargado por la Comisión Europea sobre el funcionamiento de los mercados energéticos de la Unión Europea desaconseja limitar el precio del gas o establecer un precio medio para tener en cuenta el peso de las renovables, como sugirió el Gobierno español, por los problemas que estas medidas podrían plantear para la seguridad del suministro. Se trata de una de las conclusiones del análisis preliminar que la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) ha publicado este miércoles a petición de Bruselas en el marco de la crisis de los precios de la energía. El estudio definitivo no se espera hasta abril del próximo año.

No obstante, capitales como Madrid y París presionan para rediseñar el modelo actual, mientras que otros países como Alemania, Países Bajos o los nórdicos rechazan esta idea y apuestan por adoptar medidas nacionales hasta que desciendan los precios. En este contexto, ACER remarca que iniciativas como establecer un precio máximo al gas o impulsar un precio medio entre todas las tecnologías del 'mix' energético "representan una desviación significativa" con respecto al sistema vigente. De hecho, estos enfoques podrían afectar a la "seguridad del suministro" porque es probable que, "algunos de los actores del mercado sean incapaces de recuperar todos los costes", asegura la agencia. 

Según ACER, "si se añade a esto la probabilidad de que algunos Estados miembros vean crecer de forma intermitente su parte de generación renovable en su mix eléctrico, la volatilidad de los precios mayoristas en algunos intervalos de tiempo aumentaría en lugar de disminuir", por lo que estás medidas podrían desincentivar nuevas entradas en el mercado. 

Según la Agencia de Cooperación, una mayor integración del mercado energético europeo podría conllevar "beneficios importantes" durante la próxima década y, en este sentido, subraya que las interconexiones entre países del bloque debe crecer de manera "significativa" porque es "crucial" para un funcionamiento "eficiente" del sistema y para suavizar futuros repuntes de los precios. 

No obstante, España también ha puesto el acento en sus demandas, en este contexto, y en la posible manipulación de los mercados sobre lo que la agencia no ha reconocido "evidencias obvias" aunque seguirá vigilando posibles casos.