Las Islas Baleares, con su oferta de sol y playa junto a su extraordinario patrimonio cultural y natural, es el lugar perfecto para perderse unos días en cualquier época del año, pero no a cualquier precio. La sostenibilidad forma parte del ADN de la oferta turística en este paraíso del Mediterráneo, que sigue rompiendo moldes para convertirse en el primer destino circular del mundo. La apuesta del Gobierno balear pasa por crecer en calidad que no en cantidad manteniendo el equilibrio entre la oferta turística y el necesario cuidado del medio ambiente.

Estas son las medidas que han convertido a Baleares en líder mundial del turismo sostenible.

Ley para la Circularidad y Sostenibilidad del turismo

Hace un año, el Gobierno de Francina Armengol impulsó una ley pionera en todo el mundo que integra en un mismo ecosistema a turistas, trabajadores y residentes. El objetivo es lograr la sostenibilidad social, económica y medioambiental.

Francesc Mateu, director de la AETIB
Francesc Mateu, director de la AETIB

“Se pone encima de la mesa la circularidad y aparte de cuestiones ambientales y socioeconómicas, pone en el centro al trabajador”

Francesc Mateu, director de la Agencia de Estrategia Turística de las Islas Baleares (AETIB), subraya que se trata de una normativa muy innovadora, especialmente en la parte social. “Se pone el foco en la circularidad. Además de cuestiones ambientales y socioeconómicas, pone en el centro al trabajador”, subraya. En este sentido destaca las medidas adoptadas para desestacionalizar el turismo y generar relaciones laborales de la mejor calidad posible.

La ley, entre otras cosas, recoge la obligación de que todos los hoteles instalen camas elevables para evitar las continuas bajas por problemas lumbares. “Aparte, hay una derivación de la ley en lo que es el último convenio colectivo que pone encima de la mesa la evaluación de las cargas de trabajo a través del Instituto de Seguridad Laboral”, comenta apelando al reciente convenio sectorial de las Islas Baleares para el sector turístico, impulsado por el Gobierno autonómico y que está sirviendo de ejemplo en otras comunidades.

Se ha llegado a un "consenso de todo el sector para desarrollar la circularidad del turismo como un elemento diferencial"

El diálogo ha formado parte de la negociación de esta ley y de toda la normativa aprobada. “Contamos con el consenso de todas las partes y esta ley, lo que hace es recoger actuaciones que el propio sector privado ya estaba haciendo”, enfatiza Mateu. En total se han  destinado 60 millones de euros procedentes de los fondos europeos, de los que ya se han ejecutado 37,5 millones, para subvencionar los planes de circularidad que la ley exige a todas las empresas turísticas. “Es importante resaltar que no se trata ya de una actuación del Govern, sino de un consenso de todo el sector para desarrollar la circularidad del turismo como un elemento diferencial, y todas estas ayudas públicas forman parte de nuestro compromiso para facilitar la transición”, añade.

Los planes de circularidad obligan, por ejemplo, a los hoteles a mejorar cada año. “La ley ha sorprendido mucho porque no es una lista de cosas que vamos a hacer sino de cosas que ya se han hecho. No estamos explicando un proyecto, es una realidad que llevamos ocho años haciendo, desde la primera legislatura”, explica y cita en este sentido la puesta en marcha del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), aprobado en 2016, la ley de residuos para eliminar los plásticos de un solo uso, iniciativas para reducir el despilfarro alimenticio y la ley de Cambio Climático y Transición Energética.

“Podríamos decir que esta ley de circularidad es un paso más muy importante dentro de muchos otros que ya se han ido dando, que ya van encaminados a reforzar este posicionamiento”, concluye en relación a la ley turística.

Menos plazas y más desestacionalización

Una de las medidas adoptadas pasa por poner límites a la llegada de turistas. Además de fijar el número de plazas disponible, está regulado el alquiler vacacional. Asimismo, la ley turística recoge una moratoria de plazas durante cuatro años, lo que implica que todas aquellas que se den de baja en este periodo, se extinguen automáticamente.

El objetivo es desestacionalizar el turismo y repartir a los visitantes a lo largo de todo el año. “Hay una limitación de plazas en temporada alta, a la vez que se favorece la oferta en temporada baja, y los resultados están siendo muy positivos, sobre todo en los dos últimos años”, explica. Una de las bazas que ha ayudado a alargar la temporada turística ha sido la potenciación del turismo activo y de competición deportiva.

“Estamos trabajando esos segmentos, además del turismo gastronómico y cultural, así como la conectividad, que es uno de los grandes hándicaps que puede tener una isla. Estamos obteniendo muy buenos resultados porque también el sector privado está respondiendo y el visitante encuentra hoteles, vuelos y todo lo que necesita”, añade. La ventaja de acudir fuera de los meses de verano, es que evitas la masificación: “Ahora te encuentras, por ejemplo, con los almendros en flor que a nivel paisajístico es fantástico, no hay ningún tipo de masificación y se se disfruta de unas islas en un estado maravilloso”.

Cerco al alquiler vacacional

Un 25% de las plazas disponibles son de alquiler vacacional. En este sentido, el Gobierno regional ha emprendido una batalla contra las plataformas digitales de alquiler vacacional para obligarlas a que su oferta completa cumpla con las disposiciones legales.

Estas plataformas incumplen sistemáticamente la normativa. Por citar algunos ejemplos, Airbnb ha ofertado unas vacaciones de ensueño en un “campamento marrorquí”. “Una experiencia inolvidable al estilo de las 'Mil y una noches', publicitaba el portal para un alojamiento en plena naturaleza en una tienda de campaña al estilo bereber, “con luz, baño seco [sin agua] y ducha exterior”. Todo vale en este tipo de plataformas: furgonetas camperizadas, cabañas hechas de forma ilegal en parajes de máxima protección ambiental, y barcos, pese a que la ley prohíbe expresamente este tipo de hospedajes.

Además de la ley turística, en 2027 se aprobó una ley para limitar el alquiler vacacional y detener el fraude y en 2019 otra que prohíbe expresamente cualquier incremento en el número de plazas hoteleras y alojamientos turísticos.

Para este año se prevé una temporada turística récord, después de un 2022 en el que se han superado las cifras prepandemia
Para este año se prevé una temporada turística récord, después de un 2022 en el que se han superado las cifras prepandemia

Advertencia a Europa

El portavoz del Govern y conseller de Modelo económico, Turismo y Trabajo de las Islas Baleares Iago Negueruela encabezó recientemente una delegación ante la Unión Europea para advertir de esta situación y exponer sus propuestas para avanzar en un reglamento común que acabe con la falta de control sobre la actividad de este tipo de plataformas.

Más de 300 millones recaudados gracias al Impuesto de Turismo Sostenible (ITS)

Un hito fundamental en la política turística del Gobierno de Francina Armengol fue la aprobación del Impuesto sobre Estancias Turísticas en las Illes Balears y de Medidas de Impulso del Turismo Sostenible (ITS). Este nuevo tributo grava todas las pernoctaciones en alojamientos turísticos y estos ingresos se destinan a inversiones vinculadas a la protección del medio ambiente y el desarrollo del turismo sostenible.

Desde su creación se han recaudado 400 millones de euros con los que se han financiado cerca de 250 proyectos. Cada año se prioriza un tema especialmente sensible, que en este año ha sido la movilidad y el agua. En la última edición se ha aprobado la creación de la Facultad de las Ciencias del Mar y actuaciones relacionadas con la movilidad.

"Es muy importante que el sistema funcione por lo que todas las actuaciones que sirvan para facilitar el alojamiento, el transporte y la vida de los trabajadores son muy buenas para el turismo"

Preguntado por las críticas que se hacen a que se haya destinado este impuesto, por ejemplo, a financiar la vivienda, responde tajante. “El turismo es un 40% de la economía de Baleares y aquí hay un problema de vivienda que afecta directamente al sector. Es muy importante que el sistema funcione por lo que todas las actuaciones que sirvan para facilitar el alojamiento, el transporte y la vida de los trabajadores son muy buenas para el turismo. Pero este tipo de críticas cada vez son menos porque se está entendiendo más que todo incide en un turismo de calidad”, argumenta.

Lucha contra el turismo de excesos

Baleares aprobó en 2020 una ley única en toda Europa para combatir el llamado turismo de excesos y erradicar conductas incívicas y el abuso del consumo de alcohol, una situación que ha provocado, entre otras cosas, el fallecimiento de jóvenes ebrios al tirarse a la piscina desde el balcón de un hotel.

“Es pionera porque dice muy claramente qué comportamientos no toleramos. Es importante resaltar que habla de comportamientos, no de personas y a partir de ahí, hemos estado trabajando codo con codo con la embajada británica y seguimos trabajando, para evitar este tipo de situaciones. El resultado es muy positivo y en el verano del 2022, con una temporada ya en niveles de ocupación prepandemia, se produjo un descenso de muertes superior al 80%”, enfatiza. En cualquier caso, aclara que hay que ser muy prudentes en estas cuestiones, ya que el que un año haya ido bien, no garantiza que al siguiente también lo vaya a ser: “Hay que seguir con las campañas y con el entendimiento con las embajadas de nuestros tres principales destinos emisores que tan buen resultado nos está dando”.