Un año después de la aprobación de la Ley Turística de Baleares, pionera en el establecimiento de una gestión basada en la economía circular y la sostenibilidad, se empiezan a notar sus efectos. “El turista que llega ahora gasta más en destino, lo que redunda en una mayor rentabilidad para el sector”, asegura a ElPlural Iago Negueruela, conseller de Modelo económico, Turismo y Trabajo. “Ser los primeros en haber hecho una nueva normativa como esta nos permitirá posicionarnos mejor en algo que se va a tener que hacer”, añade.

2022 ha sido el año en el que los turistas más dinero se han dejado en Baleares, un 5% más que en 2019, que ostentaba hasta ahora el récord

El año 2022 estuvo marcado por la recuperación del turismo, que vuelve a niveles prepandemia en cuanto a número de visitantes (16,47 millones), pero, sobre todo, porque los visitantes se gastaron más que nunca. El impacto económico del turismo fue de 17.316 millones de euros, un 5% por encima del de 2019, que ostentaba hasta ahora el récord. Los visitantes se dejaron de media por persona un total de 1.051 euros, según los datos de la última Encuesta de Gasto Turístico (Egatur).  

Apuesta por un turismo de calidad

“Baleares siempre ha defendido apostar por un turismo de calidad que permita crecer en valor y no en cantidad. Debemos trabajar para ver, en los momentos centrales de la temporada, qué niveles de turismo necesitamos, y ya hemos tomado medidas como congelar todas las plazas turísticas, regular la llegada de cruceros o intensificar la lucha contra el turismo de excesos”, nos explica el conseller.

El Gobierno de Francina Armengol ha destinado un total de 60 millones de euros para acompañar a las empresas del sector en este proceso de transformación que determina la nueva Ley Turística. En el último año han salido ya convocatorias por valor de 37 millones de euros. “Lo que queremos es que nuestras empresas, administraciones y nuestro sector sean capaces de caminar en la misma dirección. De ahí, la obligatoriedad de hacer planes de circularidad y de preparar un plan en cada una de nuestras islas de cómo tenemos que hacer esa transición e incorporarla a la hora de tomar las decisiones”, argumenta Iago Negueruela.

Entre otras cosas, se ha congelado el número de plazas hoteleras, para evitar la masificación turística, incómoda tanto para el visitante como para los residentes. “Hemos visto que no hacen falta más plazas, y es obvio que la ciudadanía apoya que no debe haber más plazas”, enfatiza el conseller.

Baleares aspira a convertirse en el primer destino del turismo circular del mundo. Dentro de su plan para la modernización de los establecimientos contempla ayudas directas para hacer reformas y ha creado la figura de “hotel saludable”, que exige que tengan una categoría mínima de 4 estrellas. Estos nuevos hoteles, aparte del alojamiento, pueden ofrecer servicios de bienestar y belleza prestados por personal cualificado, que promuevan o mejoren la salud de las personas.

Baleares apuesta por un modelo turísticos basado en la sostenibilidad social, económica y medioambiental

El nuevo modelo apuesta por la sostenibilidad social, económica y medioambiental, es decir, busca mejorar tanto la experiencia del visitante como la calidad de vida de los residentes y las condiciones laborales de los trabajadores del sector.

Una de las exigencias de la nueva ley de la que más se ha hablado es la obligación de instalar camas elevables. Esta decisión implica la renovación de 300.000 camas a lo largo de los próximos seis años. En Baleares hay 20.000 camareras de piso, conocidas popularmente como kellys. El 35% de los accidentes laborales que sufren están relacionados con los sobreesfuerzos. Una de sus reivindicaciones históricas es precisamente la obligación de instalar camas elevables para evitar dolencias de espalda y lumbares.

Sostenibilidad medioambiental

Otro de los ejes de la ley es la apuesta por el producto km cero y la prohibición de utilizar especies de categorías amenazadas. Es obligatoria la trazabilidad del pescado y marisco de origen balear. Todos los establecimientos turísticos están obligados a tener en su oferta de restauración un mínimo del 3% de producción agroalimentaria local. Esta exigencia se eleva al 5% en el caso de hoteles de cuatro y cinco estrellas y al 5% para el agroturismo.

La nueva ley reforzará la venta de productos de calidad de Baleares. Los productos con Denominación de Origen (DO) o Indicación Geográfica Protegida (IGP) comercializaron en 2021 más de 11 toneladas de alimentos, según datos del Instituto de Calidad Agroalimentaria (IQUA), de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación. Ello supuso una facturación de 83 millones de euros, un 34% más que al 2020.

La venta de vinos con DO e IGP, el queso de la DO Mahón-Menorca, los aceites de Mallorca y de Eivissa o las de sobrasada de cerdo negro aumentaron no sólo con respecto a 2022, también sobrepasaron la facturación de 2019, antes de la pandemia.

Transición energética y protección del medio ambiente

En cuanto a la energía, se obligará a los establecimientos turísticos a cambiar las calderas fuel oil por otras de gas natural o eléctricas, emitiendo anualmente 57.600 kilos de CO2 menos por establecimiento.

Además, los hoteles tienen que instalar dispositivos de ahorro de agua y la ley potencia el aprovechamiento de las aguas pluviales, un factor a tener en cuenta en la mejora de la clasificación del establecimiento. Asimismo, los alojamientos turísticos deben medir el consumo de agua.

La norma prohíbe el uso de los amenities (comodidades sanitarias de baño) de un solo uso, salvo a petición del cliente. Al mismo tiempo, los hoteles están obligados a sustituir el uso de papel por códigos QR, a medir el consumo de residuos y controlar la temperatura de las diferentes dependencias del establecimiento, incluida la cocina.

Colaboración público-privada

Iago Negueruela subraya que esta profunda transformación del sector se está haciendo en colaboración con los empresarios. “La colaboración público privada es una constante en las islas Baleares y desde el primer momento estamos trabajando conjuntamente para avanzar en este sentido. Además, el sector empresarial de las islas ha mostrado un gran compromiso en todo momento con la normativa”, subraya. A lo largo de este año, tal y como marca la ley, una buena parte de las camas de hoteles de 4 y 5 estrellas se habrán sustituido por camas elevables y habrán desaparecido numerosas calderas de gasoil.

“Tenemos más de 60 millones de euros de fondos europeos para acompañar esa transformación. Es decir, ya existe toda una serie de medidas que este año deben cumplirse y se convierten en presente. En este sentido, nos estamos adelantando a otros territorios o a otros destinos, y lo hacemos precisamente gracias a esa transformación. Además, somos la Comunidad Autónoma de España que más ayudas directas da al sector para conseguirlo”, destaca.

A lo largo del último año, el Gobierno balear ha participado en numerosos foros internacionales, convocados entre otros por la Unión Europea y la Organización Mundial del Turismo, para explicar su innovadora ley. Asimismo, se han interesado en la misma otras comunidades autónomas al igual que empresas del sector.