Las Islas Baleares son uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. La naturaleza ha sido generosa con este rincón del Mediterráneo. A su climatología privilegiada (con más de 300 días de sol al año y una temperatura media de 18ºC), se suman cinco parques naturales, reservas marinas, playas vírgenes, calas recónditas, idílicos paisajes y cuevas increíbles. Su inmenso patrimonio natural convierte al Archipiélago en el lugar ideal para pasar unos días en cualquier momento del año. Entre las maravillas con las que cuenta está la isla de Menorca, que es Reserva de la Biosfera y la Sierra de Tramuntana, en Mallorca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estas son siete de las joyas de este paraíso natural que seguro te van a enamorar (si no lo han hecho ya).

1.- Sierra de Tramuntana

La sierra de Tramuntana, en el noroeste de Mallorca, fue declarada en 2011 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Conforma una escarpada columna vertebral que recorre la isla desde Andratx a Formentor, en contraste con el mar. Cuenta con dos embalses, Gorg Blau y Cúber, y los elevados picos de Puig Major (1.445 m), Teix, Massanella y Tomir. Con el paso del tiempo se han formado cuevas y simas únicas, convirtiendo este monumento natural en un paraíso para los amantes del barranquismo y la espeleología.

Este sistema montañoso debe su nombre al viento de Tramuntana y se extiende sobre un amplio territorio que transcurre por 20 municipios. Hermosos pueblos costeros como Banyalbufar, Pollença o Sóller, o interiores con carácter como Esporles, Fornalutx o Valldemossa. Como curiosidad, fue el primer destino turístico de la isla, cuando llegaron los primeros visitantes a finales del siglo XIX y cautivó a la mismísima emperatriz de Austria Sissi.

La sierra de Tramuntana, patrimonio de la Humanidad, cuenta con espectaculares rutas para hacer senderismo y es un escenario impresionante para la práctica del deporte activo
La sierra de Tramuntana, patrimonio de la Humanidad, cuenta con espectaculares rutas para hacer senderismo y es un escenario impresionante para la práctica del deporte activo

Una de las rutas de senderismo más espectaculares de las islas transcurre por la Sierra de Tramuntana. Se trata de un itinerario de gran recorrido (GR 221), conocido como la ruta de la Piedra en Seco. Para completarlo es necesario emplear varias jornadas por lo que existen refugios de montaña y zonas de acampada para pernoctar. Los viajeros pueden incluso alojarse en una casa tradicional urbana con almazara, como el Refugi Can Boi, en antiguas masías mallorquinas como la de Tossals Verds o Son Amer o en edificios públicos reconvertidos en alojamientos, como la antigua estación telegráfica de Muleta o en el Refugi Pont Romà de Pollença.  

2.- Menorca, Reserva de la Biosfera

La UNESCO declaró Menorca como Reserva de la Biosfera en 1993, un reconocimiento al equilibrio entre la actividad económica y la conservación de su patrimonio cultural y natural. La isla alberga diversos hábitats mediterráneos, en los que viven especies de animales y plantas autóctonas, algunas de ellas en peligro de extinción. Su modelo de desarrollo sostenible y respeto al medio ambiente la convierte en un lugar ideal para huir del estrés y el ruido.

La Albufera des Grau, Maó, es un espacio protegido donde habita una gran diversidad de especies animales y vegetales (Foto: AETIB)
La Albufera des Grau, Maó, es un espacio protegido donde habita una gran diversidad de especies animales y vegetales (Foto: AETIB)

La principal maravilla natural de Menorca es el Parque Natural de la Albufera des Grau, un espacio protegido de más de 5.000 hectáreas donde habita una gran diversidad de especies animales y vegetales. Incluye una laguna de 2km de longitud, amplias zonas del litoral marítimo, un islote, y numerosas fincas en las que se practican actividades agrarias tradicionales. En esta albufera, la mayor de toda la isla viven aves como el cormorán, la garza o el águila pescadora. Cuenta con un Centro de recepción que ofrece visitas guiadas para descubrir la gran biodiversidad de este vasto espacio natural, que ofrece, además,  construcciones megalíticas y yacimientos romanos.

La isla cuenta con barrancos, acantilados y calas vírgenes de excepcional belleza. Una de las mejores maneras de conocerlo es recorriendo a pie, en bicicleta o a caballo los 184 kilómetros de la ruta Camí de Cavalls (GR-223), que transcurre por el perímetro costero, que configura un paisaje geológico de gran riqueza, con un variado mosaico de rocas con más de 400 millones de años de historia y dos zonas bien diferenciadas: tramontana, al norte, y migjorn, al sur.

3.- Un viaje al centro de la Tierra

Una de las maravillas naturales de las Islas Baleares está escondida bajo la superficie. El agua ha ido esculpiendo en el subsuelo numerosas cuevas en el subsuelo de gran valor geológico. Gota a gota, con el paso del tiempo, se han formado templos de gran belleza llenos de estalactitas y estalagmitas. 

Las Islas Baleares cuentan con un tesoro escondido bajo el subsuelo, cuevas llenas de estalagmitas y estalactitas, que nos invitan a viajar al centro de la Tierra (Foto: AETIB)s
Las Islas Baleares cuentan con un tesoro escondido bajo el subsuelo, cuevas llenas de estalagmitas y estalactitas, que nos invitan a viajar al centro de la Tierra (Foto: AETIB)

En Porto Cristo (Mallorca) encontramos dos de las más grandes, las cuevas del Drach y las cuevas del Hams. Ambas son visitables durante todo el año. Las primeras son en realidad cuatro cuevas unidas que abarcan una superficie de 1.200 m de longitud y 25 de profundidad, y cuenta con uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo, el lago Martel, que se puede recorrer en barca. Por si fuera poca maravilla, a diario se ofrecen conciertos de música clásica que convierte la experiencia en todo un espectáculo para los sentidos. Por su parte, las cuevas del Hams, descubiertas por casualidad a principios del siglo XX ofrece un recorrido guiado por las Columnas de Sansón, las Llanuras de Fra Mauro, el Foso del Infierno o el Mar de Venecia, un lago subterráneo con pequeños crustáceos prehistóricos.  

En Ibiza, destaca la Cova de Can Marçà, en los acantilados del Port de Sant Miquel o Port Balansat, al norte de la isla. La cueva fue un refugio de contrabandistas que escondían allí sus mercancías. Abierta al público desde los años 80, se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes de la isla. Para acceder a ella es necesario recorrer un paseo sobre los acantilados disfrutando al mismo tiempo de espectaculares vistas. Dentro oculta tesoros como el Templo de Buda, la Sala de la Cascada y el Lago de los Deseos.

En Menorca, la Cova des Coloms, una catedral de 24 metros de altura, no dejará de impresionarte. Se encuentra en el barranco de Binigaus, en la localidad de es Migjorn. Puedes acceder a través de una sencilla excursión de 30 minutos que parte de la playa.

4.- Praderas de posidonia, Patrimonio Mundial

Las islas Pitiusas son conocidas por sus aguas transparentes de un particular tono azul. Ello se debe a la acción depuradora de la posidonia, una planta marina declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Estas extensas praderas que cubren los fondos marinos de Ibiza y Formentera constituyen el organismo vivo más grande del mundo, con unos 700 km2 de extensión y más de 100.000 años de vida. No es un alga y emite más oxígeno a la atmósfera que los bosques terrestres. Además, frena la erosión de las playas gracias a las hojas secas que se acumulan en la orilla. 

Las praderas de posidonia de Ibiza y Formentera son Patrimonio de la Humanidad (Foto: AETIB)
Las praderas de posidonia de Ibiza y Formentera son Patrimonio de la Humanidad. (Foto: AETIB)

Este singular ecosistema conforma la Reserva Natural Es Freus, donde numerosas especies han encontrado un ambiente seguro para aparearse y poner huevos. Es el caso del caballito de mar (Hippocampus ramulosus) y peces pequeños, como doradas, doncellas y escorpinas, entre muchos otros. También destaca la presencia de corvallos, meros, dentones o sargos, que hoy en día se pueden observar con relativa facilidad gracias a las medidas de protección adoptadas. Está totalmente prohibido fondear con una embarcación o la pesca en todas sus modalidades.

Sin embargo, sí se puede practicar el buceo o snorkel en unas condiciones excepcionales, ya que la temperatura del agua se mantiene constante durante todo el año y sus aguas cristalinas permiten una visibilidad de hasta 50 metros. En Formentera, sorprende la gran variedad de paisajes marinos que encuentra el buceador en poco espacio: cuevas, pecios, paredes y las praderas de posidonia mejor conservadas del Mediterráneo.

5.- Un atardecer inolvidable

La Reserva Natural de Es Vedrà, Es Vedranell y los islotes de Poniente conforman una de las grandes áreas naturales y protegidas más atractivas de la isla de Ibiza. Situada al oeste y sudoeste de la isla, en el término municipal de Sant Josep de sa Talaia,  la reserva está rodeada de playas vírgenes, acantilados y un horizonte plagado de imponentes islotes que hacen de este lugar algo único y especial en el mundo. La naturaleza te regalará, además, atardeceres (o amaneceres si eres madrugador) inolvidables. 

La Reserva Natural de Es Vedrà, Es Vedranell y los islotes de Poniente ofrecen una vista incomparable desde Ibiza (Foto: AETIB)
La Reserva Natural de Es Vedrà, Es Vedranell y los islotes de Poniente ofrecen una vista incomparable desde Ibiza. (Foto: AETIB)

Estos islotes constituyen la imagen más icónica de Ibiza y cuentan con un gran valor biológico, tanto por su flora, como por su fauna endémica; aves marinas, la lagartija pitiusa y una gran variedad de invertebrados. El único modo para llegar a este conjunto de roques es por mar, por lo que para ello necesitarás además de una embarcación privada y haber solicitado los permisos correspondientes.

6.- Un paraíso natural que une Ibiza y Formentera

El Parque Natural de Ses Salines se extiende desde el sur de Ibiza hasta el norte de Formentera, incluyendo el brazo de mar que las separa. Encontramos en Ibiza playas tan hermosas como la de Ses Salines, Es Cavallet o Es Codolar, además de antiquísimas salinas. En el lado de Formentera destacan la laguna de Estany Pudent, s’Estany des Peix, Ses Salines y playas espectaculares. En este entorno mágico encontramos cinco pequeños islotes (illetes) de gran belleza: Tramuntana, des Forns, Escull des Pou, Redona y Escull d'en Palla. Si dejamos atrás la laguna, podemos recorrer a pie la península des Trucadors, una larga lengua de arena fina, con dunas hasta casi tocar la isla de s'Espalmador.

 

Una inmensa lengua de arena se adentra desde Formentera en el mar hasta casi tocar la isla de s'Espalmador (Foto: AETIB)
Una inmensa lengua de arena se adentra desde Formentera en el mar hasta casi tocar la isla de s'Espalmador

Las aguas que bañan este parque natural son tan puras y cristalinas, que la práctica del buceo se convierte en un verdadero privilegio. Es también un tesoro para los birdwatchers, pues aquí descansan y anidan 210 especies de aves. Entre ellas, flamencos, zampullines cuellinegros, o cigüeñuelas.

7.- Monumento natural Torrent de Pareis

El Torrent de Pareis, en Mallorca, es un cañón de 3 kilómetros de longitud arropado por unas grandes paredes de roca calcárea. Nace en s’Entreforc, donde confluye con dos torrentes más, el de Lluc y el torrente del Gorg Blau, que desembocan en la preciosa playa de Sa Calobra. Fue declarado Monumento Natural en 2003.

El valor natural y paisajístico de este emplazamiento es difícil de calcular. Por sus características climáticas y orográficas el torrente es un lugar rico en flora, con más de 300 especies observadas como la viola roquera (Viola jaubertiana) o la cossiada de penyal (Globularia cambessedesii). Pero también la fauna tiene aquí una buena representación, con dragones, serpientes de agua, palomas salvajes y numerosas aves, aunque la estrella es un minúsculo anfibio endémico de esta zona, el ferreret (Alytes muletensis). 

Torrent de Pareis es un espectacular cañón que concluye en la playa de Sa Calobra (Foto: AETIB)
Torrent de Pareis es un espectacular cañón que concluye en la playa de Sa Calobra (Foto: AETIB)

Es posible llegar por tierra, recorriendo la bella carretera que conduce a Sa Calobra, por mar desde el Puerto de Sóller, admirando el precioso y abrupto litoral de la Sierra de Tramuntana o caminando, descendiendo por el torrente. En la primera semana de julio se celebra cada año un espectacular concierto al aire libre. Desde 1964 se han dado cita todo tipo de géneros musicales -jazz, gospel, soul...- en este privilegiado auditorio natural que ofrece una acústica impresionante.

Esta selección incluye solo siete de las maravillas con las que nos obsequia este paraíso de aguas cristalinas en mitad del Mediterráneo. Pero hay más y están deseando que las descubras. Cada isla tiene su encanto particular y entre todas componen una sinfonía perfecta que te llenará de magia y te conectará con la fuerza de la naturaleza.