La última década ha sido un periodo de empobrecimiento constante para la clase trabajadora, golpeada por dos crisis económicas. En este periodo, los alquileres se han encarecido un 51,4% y los salarios tan solo se han incrementado un 3,4%. Diez años agónicos para los trabajadores y personas más humildes que ni siquiera pueden asumir el coste de la vivienda. Las cifras que desprende el estudio realizado conjuntamente por Fotocasa e InfoJobs son escandalosas y evidencian la situación de tensionamiento existente en el mercado de la vivienda español y, a su vez, la congelación de los salarios de los trabajadores, a pesar de que los beneficios empresariales se han disparado.

Atendiendo solo al pasado año, las cifras muestran que el metro cuadrado de la vivienda en alquiler disparó su precio un 7,4%. En este mismo periodo, los salarios retrocedieron un 0,7% con respecto a 2021. La barrera del estrés financiero se sitúa en el 30%, es decir, aquellas personas que se vean obligadas a destinar un porcentaje mayor de sus ingresos a pagar la vivienda y los gastos unidos a esta se encontrarían expuestos a este estrés. En España, según los datos del informe, los ciudadanos deben realizar un 43% de esfuerzo salarial para pagar su alquiler.

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La cifra es trece puntos superior al límite establecido incluso descontando los gastos ineludibles del hogar (climatización, luz, agua, etc). El encarecimiento “frenético” que el alquiler ha sufrido en los últimos diez años responde, según María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, a que, tras la supuesta recuperación de la crisis económica que se alcanzó en 2014, la vivienda en alquiler se fomentó como principal opción habitacional para el conjunto de la ciudadanía, lo que ha provocado que un incremento progresivo de la demanda frente a una oferta "muy escasa".

Mientras, el salario medio en España "ha crecido lentamente" en la última década después de la recesión del periodo 2008-2013, apunta la directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, Mónica Pérez. La experta en este ámbito asegura que esta congelación salarial se ha producido casi de manera homogénea en la totalidad de la Unión Europea; sin embargo, existe una variable diferencial entre España y el resto de grandes economías europeas que agravan la situación: los salarios están “lejos” de acercarse a las retribuciones percibidas en países como Francia o Alemania.

El PP se niega a abordar el problema

La ley de Vivienda, aprobada recientemente y cuya vigencia tan solo tiene cuatro días de vida, es el instrumento diseñado por el Gobierno de coalición y sus socios para combatir esta situación. No obstante, tan solo tres, puede ser que cuatro, territorios se verán beneficiados por sus efectos. Esta diferenciación entre autonomías se debe a que la competencia en materia de vivienda está transferida a los Gobiernos autonómicos y el PP ya ha confirmado en varias ocasiones que, allí donde lidere, no aplicará la norma.

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La victoria de los populares en las elecciones municipales y autonómicas ha aumentado el número de CCAA que se encontrarán bajo su gobierno a doce que, sumados a País Vasco, dejan únicamente a tres autonomías, cuatro sí finalmente Navarra es gobernada por la izquierda, donde la ley tendrá efectos en el control del incremento de los precios del alquiler a través de la definición de zonas tensionadas. Galicia, Cantabria, Castilla y León, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Baleares, La Rioja, Extremadura y, por supuesto, Madrid apostarán por construir más y liberalizar suelo, según la política de Vivienda del PP defendida por Alberto Núñez Feijóo.

Diferencias entre territorios

El análisis recoge también diferencias por comunidades autónomas y, sin generar ninguna sorpresa, señala que en ningún territorio han subido mucho los salarios ni se ha encarecido poco la vivienda. Retornado a los valores de 2022, el sueldo medio descendió en siete autonomías, pero el precio de la vivienda en alquiler se incrementó en todas en comparación al año anterior. Además, en cinco comunidades la subida del precio de la vivienda ha superado el 10%, mientras que los aumentos de salarios no han superado el 5% en ninguna región del país.

Los dos archipiélagos españoles salen duramente golpeados del estudio de las dos empresas. Así, la comunidad más afectada por el descenso de los salarios en 2022 fue Canarias. Concretamente, los trabajadores canarios han visto su sueldo caer un 5,1%, hasta los 21.897 euros al año en 2022, mientras que la vivienda se ha encarecido un 16,9% respecto al año anterior, hasta los 11,26 euros el metro cuadrado en 2022.

Por otro lado, el territorio en el que más se ha encarecido el precio de la vivienda en alquiler en el último año ha sido Baleares, con un 18,2% más en tasa interanual y un 97,9% más en los últimos 10 años, hasta los 14,16 euros al mes por metro cuadrado en 2022. A esto se añade que los salarios medios de Baleares han caído en el último año un 1,2%, pero se han incrementado un 7% en los últimos 5 y 10 años, es decir, han pasado de los 21.760 euros al año en 2012 a los 23.292 euros al año en 2022.

Por provincias, los sueldos descendieron en 18 de las 50 respecto al año anterior; sin embargo, el precio de la vivienda se encareció en 44, salvándose solo seis territorios. Los trabajadores más afectados por el descenso de los salarios en 2022 fueron los de Las Palmas, que han pasado a cobrar un 5,9% menos respecto al año anterior, hasta los 21.726 euros al año, mientras que la vivienda en alquiler se ha encarecido un 16,6%, hasta los 11,61 euros por metro cuadrado al mes en 2022.

Toledo es la única provincia que se ha visto beneficiada por la subida del salario medio provincial y la bajada del precio de la vivienda en el último año (2022), mientas que en Palencia y León se produjeron descensos tanto en el salario como en el precio del alquiler anual.