La temporada veraniega 2023 estaba marcada en los calendarios turísticos desde comienzos de año. La posibilidad de superar las cifras de 2019 sobrevuela un sector especialmente castigado durante los años de la pandemia, que ve ahora como el sol brilla ahora más que nunca. Si bien habrá que esperar a contar con las cifras totales de la temporada estival, que muy probablemente sean heterogéneas por la amplitud del sector, lo cierto es que algunas actividades ya han superado los niveles del verano de 2019. Este el caso de los alojamientos extrahoteleros, que superan ya las pernoctaciones de hace cuatro años.

Las pernoctaciones acumuladas entre enero y julio en apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues son un 6,3% superiores a las registradas en 2019. Las pernoctaciones en julio han superdo los 20 millones (21.363.782), pese al descenso del 2,2% con respecto al mismo mes de 2022. De la suma, 10.999.161 son de residentes españoles y el resto de no residentes. Pese a que el séptimo mes del año es algo peor que el del curso pasado, en el acumulado anual la cifras mejoran un 5,6%, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El número de viajeros que se han alojado en este tipo de establecimientos ha ascendido hasta los 4.741.725, con una especial relevancia de los residentes en España. Estos han sumado 2.750.552, con una reducción del 3,9% respecto a julio de 2022. Los no residentes, experimentando un descenso interanual del 0,4%, aglutinan 1.991.173 visitantes, de los cuales 1.273.670 proceden de la Unión Europea (UE) y 717.503 del resto del mundo. La estancia media se sitúa en las 4,5 pernoctaciones por viajero.

Alojamiento favorito

Diferenciando entre tipo de alojamientos, existe disparidad entre la progresión de los datos en comparación con el curso pasado. Las pernoctaciones en apartamentos turísticos han descendido un 5,1% en julio respecto al mismo mes de 2022, con una mayor caída de las de no residentes (-6,7 %) que de las de residentes (-2,7%). La estancia media en estos alojamientos ha bajado un 3%, situándose en 5,4 pernoctaciones por viajero. En cuanto a ocupación, en julio el 48% de las plazas ofertadas han sido ocupadas, un 6,8% menos que en el mismo mes de 2022. La cifra aumenta al 50,7% el fin de semana, con una caída del 4,4%.

Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural también presentan un descenso anual del 3,6%. En este tipo de estancias, las pernoctaciones de residentes han descendido un 8,8%, mientras que la de no residentes han crecido un 10%. En los alojamientos de turismo rural se ocupan el 31,3% de las plazas, un 5,6% menos que en julio de 2022, y se refleja un repunte del grado de ocupación en fin de semana, que se eleva hasta el 43% pese al descenso anual del 2,7%.

Por otro lado, las pernoctaciones en campings registradas en julio han aumentado un 0,8% con respecto al mismo mes de 2022. Las de residentes descienden un 2,6%, mientras que las de no residentes se incrementan un 6,1%. En este tipo de alojamiento, el 41,1% de las pernoctaciones las realizan viajeros no residentes, siendo Países Bajos el principal mercado emisor, con el 29,9% del total de las de no residente. En suma, las plazas ocupadas en el séptimo mes del año ascienden hasta el 51,2% (54,9% en fin de semana), un 0,6% menos.

Los albergues siguen una tónica similar. Así, en julio se han registrado 1,1 millones de pernoctaciones en albergues, lo que supone un aumento anual del 1,8%. No obstante, igual que nos alojamientos rurales, las pernoctaciones de residentes descienden un 10,9%, mientras que las de no residentes se incrementan un 26,2%.  Además, se han ocupado el 43% de las plazas, un 5,8% menos que en julio de 2022, reflejándose el único descenso en fin de semana, cuando la ocupación pasa a ser del 42,2%.

En lo referido a precios, el Índice de Precios de Apartamentos Turísticos (IPAP) sube un 6,8% en julio respecto al mismo mes de 2022, el Índice de Precios de Campings (IPAC) un 7,4%, y el Índice de Precios de Turismo Rural (IPTR) un 4,4%. El incremento generalizado y continuado de los precios pueden explicar parte de la caída en los alojamientos que, además, tienen un coste mayor.

Destino elegido

En función del alojamiento seleccionado varía la localización preferida elegida por los visitantes. En el caso de los apartamentos turísticos, la comunidad autónoma preferida es Canarias, con más de 2,1 millones de pernoctaciones y un descenso del 5,1%, y la que mayor ocupación registra es Baleares (88,2%). En el caso de los campings, la más elegida es Cataluña (4,2 millones) y la que mayor grado de ocupación registra es País Vasco (69,1%).

En los alojamientos de turismo rural, Baleares destaca por encima de todos los territorios y es la comunidad favorita, con 225.909 pernoctaciones, y la que mayor grado de ocupación registra (67,7%). Por último, en el caso de los albergues, Galicia es la autonomía favorita (244.827 pernoctaciones), aupada por el Camino de Santiago, y Cantabria la que mayor ocupación registra (71,3%). En lo relativo a la procedencia de las personas no residentes, Reino Unido es el país más emisor, con un 30,73% del total de pernoctaciones de no residentes, seguido de Francia (10,84%) y Alemania (10,08%).

Los principales mercados emisores en el conjunto de alojamientos turísticos reglados son el británico (con el 24,1% del total de pernoctaciones de no residentes), el alemán (14,9%) y el francés (10,8%). Cataluña es el destino preferido, con más de 13,7 millones de pernoctaciones. Le siguen Islas Baleares, con más de 12,4 millones, y Andalucía, con más de 9,3 millones.