El aumento del precio de la vida ha golpeado duramente a muchos hogares y familias trabajadoras que han visto como el IPC llegaba a alcanzar valores mensuales del 10,8% y ha cerrado el año en un valor medio del 8,5%, a pesar de que España es ahora el país con la inflación más baja de la zona euro. Mientras, las grandes empresas han declarado beneficios históricos, lo cuales, como recoge un informe de UGT, han sido los responsables del 83,7% del aumento de los precios. Sin embargo, ahora se conoce que el 94,12% de este tejido empresarial subirá los salarios de sus trabajadores, pero lo hará muy por debajo del valor del IPC, según un estudio de KPMG.

Concretamente, el alza media prevista para 2023 se situará en 4,4%, cuatro puntos por debajo de la inflación media del año 2022. La subida es tan solo cinco décimas mayor que la del pasado año, a pesar de que el IPC medio es seis puntos superior y de que gastos ineludibles, como es el caso de las hipotecas, están disparados. Los beneficios caídos del cielo se reparten en forma de dividendos históricos entre accionistas; por el contrario, los trabajadores españoles experimentan la mayor caída de sus salarios reales (descontada la inflación), tan solo por detrás de Grecia, de la OCDE.

Según el trabajo 'Tendencias retributivas e incrementos salariales 2023' de la consultora, el 46% de las empresas subirá los salarios de su plantilla en 2023 por debajo de la inflación, mientras que el 36,5% se adaptará a lo que marque su convenio colectivo de aplicación, en su mayoría por debajo de la inflación. De hecho, hasta el momento, el aumento salarial medio pactado por convenios se sitúa en el 2,6%, seis puntos por debajo del IPC. Mónica San Nicolás, directora de Compensación general, de Consejeros y Directivos de KPMG Abogados, confirma lo evidente y señala que las empresas son “conservadoras” en lo que ha subida de salarios se refiere.

"Esto refleja que las empresas están siendo prudentes y esperan que la actual situación de inflación sea una cuestión coyuntural", añade San Nicolás. Es más, el estudio refleja que las empresas españolas mantienen cierto optimismo en el actual contexto económico, pues el 84% de las compañías considera que la situación será igual o mejor en 2023, mientras que el 16% se muestra más pesimista de cara al futuro. Optimismo que no pueden compartir los trabajadores, que ven como su poder adquisitivo se desploma.

Atracción y retención de talento

Sin embargo, las mismas empresas que aseguran que no subirán los salarios lo suficiente para garantizar el poder adquisitivo se muestran preocupadas por la atracción y retención de talento. Así, una de cada cuatro empresas consideran estas variables como el principal problema de recursos humanos en 2023 y el 26% lo percibe como el mayor desafío de compensación. Según las empresas encuestadas por la firma, las razones principales que explican estos niveles de rotación son la escasez de talento (29,11%) y la falta de competitividad retributiva frente al mercado (26,58%). No mencionan nada de los bajos salarios ni de que los trabajadores españoles tengan uno de los salarios reales más castigados.

"La atracción y retención del talento es ya un problema de sostenibilidad de las compañías. La rotación se está dando sobre todo en los niveles medios de la organización, en colectivos clave como mandos intermedios y supervisores, y con porcentajes significativos que pueden afectar a las operaciones y al negocio. Estamos ante un cambio de paradigma en la gestión de personas", resalta San Nicolás. Los sectores con mayor rotación son los de turismo y ocio (37%) y construcción e infraestructuras (23%), muy afectados por la precariedad y la temporalidad.