La Fundación del Canal de Isabel II y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) presentaron el pasado jueves, en la sede de la Fundación en Madrid, un estudio que busca aportar medidas para reducir el impacto ecológico en el ciclo integral del agua en la Comunidad de Madrid.

Con ello, desde el Canal de Isabel II buscan "ser más eficientes" y ahorrar en el gasto de la gestión del agua en la región, apostando por ampliar la presencia de energías limpias como el biogás o de centrales hidroeléctricas.

En palabras de Belén Benito, directora de operaciones del Canal, "2017 ha sido un año malo" por la escasez de precipitaciones, que ha hecho que el consumo total de energía haya subido de los 410 gigavatios por hora de media a los 490 gigavatios por hora.

Por ello, han decidido llevar a cabo un estudio completo de todo el ciclo que el agua sigue desde que se extrae de la naturaleza y hasta que se depura para su reutilización, que encargaron al Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la UPV.

Las principales conclusiones de ese informe reflejan que la situación del consumo energético en la Comunidad de Madrid es bajo -0,33 kilovatios a la hora-, si bien esta cifra está muy condicionada por el rendimiento de las tres principales instalaciones -Sur, Butarque y La China- en cuanto a caudal tratado.

Según el investigador Joaquín Serralta, "los mayores esfuerzos se deben acometer en la depuración de aguas" al ser el proceso que más cantidad de energía consume y, sobre todo, en aquellas estaciones depuradoras "de tamaño medio y pequeño" porque presentan mayores "potenciales de ahorro".