La Comisión Europea investiga si Holanda ha permitido a la empresa IKEA que pague menos impuestos tras la firma de dos pactos fiscales. De ser así, Holanda habría ayudado a la empresa ofreciéndole una “ventaja competitiva” que otras entidades no tendrían y, por ello, se estaría violando las normas europeas.

Según la propia investigación, en 2006 y en 2011, la multinacional (concretamente su empresa Inter IKEA) y el país firmaron dos acuerdos. Hay que recordar que IKEA funciona con un modelo de franquicias operado por el grupo Inter IKEA, con base en Holanda, que se encarga de recaudar el pago por el uso de la marca IKEA. Y es aquí donde está la clave.

Todas las tiendas IKEA tiene que pagar un 3% de su facturación a una subsidiara llamada Inter IKEA Systems, que registra todos los ingresos de las franquicias de la multinacional sueca en el mundo. Tras la firma de estos patos, Holanda habría dado el visto bueno a una forma de calcular los impuestos cuyo resultado, la cantidad a pagar, sería inferior a la real.

Es más, de ser cierto, si la investigación concluye que Holanda dio ventajas ilegales a IKEA, la compañía tendría que devolver los impuestos que debería haber abonado en ese país desde 2006 si no hubiese gozado de las mismas.

ElPlural se ha puesto en contacto con la empresa IKEA Group en España que ha asegurado estar “al tanto de la  investigación que ha abierto la Comisión Europea en los Países Bajos relacionada con Inter IKEA Systems BV”. Sin embargo, teniendo en cuenta que “Inter IKEA Systems BV es una compañía independiente, con un propietario diferente a IKEA Group” no han querido hacer comentarios ni valoraciones en nombre de ninguna otra compañía.ç

Sin embargo, desde la multinacional sueca sí han querido dejar claro que siempre han abonado sus impuestos en los países dónde operan conforme a las normas europeas. Por ello, cooperarán con la investigación para determinar si recibió ventajas fiscales ilegales o no por parte de Holanda."El modo en que somos gravados por parte de las autoridades nacionales es, en nuestra opinión, conforme a las reglas de la Unión Europea. Es bueno que la investigación pueda arrojar luz y confirmar esto", ha expresado la empresa Es más, mantienen que responderán "a cualquier pregunta que puedan tener las autoridades holandesas y la Comisión Europea".

¿Cómo funcionaba?

Con el acuerdo del año 2006, el Gobierno holandés avaló el método para calcular el pago anual que IKEA Systems efectuaba a I.I.Holding, otra filial del grupo Inter IKEA. I.I. Holding se encargaba entonces de gestionar los derechos de propiedad intelectual del concepto de franquicia de IKEA, cuyas licencias se otorgaban exclusivamente a IKEA Systems.

La Comisión cree que el pacto fiscal concedido por las autoridades holandesas permitía que la cuota anual que IKEA Systems pagaba a I.I. Holding representase "una parte significativa de los ingresos de IKEA Systems". Así, los ingresos quedaban después sin gravar debido a que I.I.Holding, con sede en Luxemburgo, estaba exenta de pagar impuesto de sociedades por beneficiarse de un régimen fiscal especial en el Gran Ducado.

Este régimen especial luxemburgués fue declarado ilegal en 2006 por lo que I.I.Holding debería haber empezado a pagar impuesto de sociedades desde 2011.

La realidad pasa por que ese mismo año, en 2011, Inter IKEA cambió su estructura y la filial IKEA Systems compró todos los derechos de propiedad intelectual de I.I. Holding, financiando la adquisición con un préstamo de la matriz del grupo, con sede en Liechtenstein.

Otro pacto fiscal investigado

El segundo pacto fiscal investigado, el firmado en 2011, pudo permitir que los intereses de este crédito fuesen abonados a la matriz de IKEA en Liechtenstein y que estos pagos fuesen deducidos de los beneficios de Inter IKEA Systems que debían ser gravados en Holanda.

Como resultado, "una parte importante de los beneficios de las franquicias de Inter IKEA Systems después de 2011 fueron trasladados a su matriz en Liechtenstein", según ha explicado el Ejecutivo.

Por todo ello, la Comisión ha abierto una investigación, pues cree que los dos pactos fiscales podrían haber permitido a IKEA reducir los impuestos que pagó en Holanda debido al traslado de beneficios primero a su filial en Luxemburgo y luego a su matriz en Liechtenstein.