El Banco Popular tendrá que hacer una nueva ampliación de capital o participar en una operación corporativa para salvarse (venta u absorción), según ha admitido su nuevo presidente, Emilio Saracho, en su primera intervención pública en la junta general de accionistas celebrada estelunes. La reacción del mercado a las palabras del presidente fue un desplome cercano al 9%, con lo que ha llegado a cotizar por debajo de sus mínimos históricos, en la zona de 0,73 euros. 

En venta

El nuevo responsable del Popular tampoco ha cerrado la puerta a la venta de la entidad siempre que "reconozca su valor intrínseco", a la vez que añadió que "analizaremos todas las opciones y adoptaremos la que más valor genere para los accionistas". Tras las intervenciones de los accionistas, Saracho ha añadido que "la independencia es un valor hasta que pasa a ser una carga, y llegará un momento en que habrá que elegir entre una cosa y otra". En este momento, los potenciales interesados ofrecen un precio inferior al de cotización si el banco no sanea su balance antes de su venta. Ahora bien, Saracho ha querido dejar claro que "no gestionaremos con el fin exclusivo de generar una operación corporativa, que no es más que una opción más; nuestro futuro debe estar en nuestras manos, no en las de terceros".

Cualquier opción es mejor que ser un banco fantasma

En cualquier caso, Saracho considera que cualquiera de las dos soluciones-ampliación de capital o venta- es "mejor que el riesgo de acabar como otros bancos sistémicos, afortunadamente fuera de España, que ni se liquidan ni consiguen recapitalizarse".

"Merece la pena luchar por Popular, definitivamente sí, pero la recuperación sólo es posible si hacemos frente sin más dilación negociando la venta de paquetes con importantes inversores a las dificultades que el banco atraviesa", ha dicho al principio de su alocución. "Debemos actuar rápido y sin excusas ni sentimentalismos", ha añadido.

En todo caso, aparte de acometer la ampliación o la fusión, seguirá vendiendo activos no estratégicos.  Ya está a la venta WiZink y hará lo mismo con las filiales fuera de España, la más importante de las cuales es TotalBank en EEUU. Por otro lado, se desprenderá de los 36.000 millones que tiene en activos inmobiliarios .

En la junta ha presentado los resultados anuales el exconsejero delegado, Pedro Larena, a pesar de que presentó su dimisión la semana pasada y de que el anterior presidente, Ángel Ron, no ha participado en esta reunión ni tampoco en la junta extraordinaria de febrero. Larena ha explicado que "comienza una nueva etapa y creo que lo más honesto es poner mi cargo a disposición del consejo. Ha sido una decisión dura, porque en estos siete meses me he sentido parte del Popular".