En al año 2012 el Gobierno del PP perpetró la mayor subida del IVA que se recuerda, pasó el tipo reducido del 8 al 10% y el general del 18 al 21%. Eso después de prometer en campaña electoral que no lo subiría y cuando ya denunciaban la ruina de España. Según el Gobierno ya hemos salido de la crisis y tenemos una economía entre las que más crece del mundo, pero los impuestos no se bajan. Montoro aplicó al recibo de la luz el 21% de IVA y añadió al recibo otros impuestos eléctricos, de tal forma que se ha convertido en el Gobierno que más impuestos y más altos aplica a la factura de la luz de toda la Democracia. Pero, además, mientras al recibo del agua se aplica el IVA reducido del 10%, al igual que a la compra de antigüedades y obras de arte solo accesibles para las grandes fortunas, a un servicio de primera necesidad le aplica un tipo de IVA de los más altos de Europa.

Una máquina de recaudar para Montoro

La factura eléctrica general de España asciende a unos 30.000 millones de euros. Así, el 21% de IVA supone 6.300 millones. A esto se suma el impuesto especial de la electricidad, que son 1.500 millones. En total unos 7.800 M € año se lleva Montoro del recibo de la luz que pagamos los españoles. Si el Gobierno decidiera aplicar un tipo reducido del 10% de IVA y se eliminara el impuesto a la electricidad, la factura se reduciría en 5.700 millones de euros, lo que supone unos 17 euros mensuales menos de media para cada consumidor.

El agua, por ejemplo, tiene en España un IVA reducido del 10%, por lo que la electricidad podría también tener este tipo, ya que se trata de un bien esencial, tal y como ha reiterado el ministro de Energía, Álvaro Nadal. La falta de recaudación podría suplirla el Gobierno de otra manera, y no a través de un bien esencial. Lo mismo para las comunidades autónomas. No deja de ser curioso, además, que a la factura se añade el impuesto de la electricidad, y el IVA se aplica sobre la suma, incluyendo el impuesto de la electricidad.

Por encima de la media europea

La aplicación del IVA reducido para la electricidad no es nueva en Europa. El IVA de la electricidad en España, situado en el 21%, es tres puntos superior a la media de una muestra de 21 países de la Unión Europea, en la que el tipo de este impuesto se encuentra en el 18% de media, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Dentro de este grupo de países analizados por el organismo internacional, hay once con una imposición inferior a la de España (los principales), así como tres con un gravamen similar del 21% y seis en los que el IVA eléctrico es superior: Reino Unido, con un 5%, es el país con menor IVA a la electricidad, frente al 6% de Luxemburgo, el 10% de Italia, el 13% de Grecia, el 14% de Irlanda, el 18% de Francia, el 19% de Alemania y el 20% de Austria, Eslovaquia, Eslovenia y Estonia. España comparte la misma imposición que Bélgica, Países Bajos y República Checa, y dispone de unos tipos inferiores a los de Finlandia, Polonia y Portugal, donde el IVA a la electricidad se sitúa en el 23%. En Dinamarca y Suecia es del 25%, mientras que Hungría, con un 27%, es el país con un tipo mayor.

Y el PP bajó el IVA de las antigüedades y obras de arte

¿Quién puede comprar antigüedades y obras de arte? ¿Son bienes de primera necesidad? Las preguntas se responden solas, pero el 24 de enero de 2014 este Gobierno aprobó un Real Decreto Ley (1/2014) que ha reducido el IVA de las compras de objetos de arte del 21 al 10%.

En la exposición de motivos Montoro lo justifica así:

"En el Impuesto sobre el Valor Añadido, la tributación de las importaciones de objetos de arte, antigüedades y objetos de colección, así como de las entregas y adquisiciones intracomunitarias de objetos de arte, cuando dicha entrega sea efectuada por sus autores o derechohabientes y empresarios no revendedores con derecho a deducción íntegra del impuesto soportado, se reduce del 21 al 10 por ciento. La urgente necesidad de incentivar las transacciones de obras de arte, antigüedades y objetos de colección en el territorio de aplicación de este Impuesto con la finalidad de dinamizar de manera inmediata estas entregas de bienes unido a la oportunidad de impulsar la producción de nuestros artistas, aconsejan la implantación de esta medida". En definitiva, para el Gobierno de Rajoy era "urgente" incentivar las transacciones de obras de arte.