El ‘Catalan Gate’ está siendo el escándalo de espionaje más sonado de la actualidad. Los independentistas afectados por el caso, de la CUP y la organización Òmnium Cultural, han presentado querellas contra NSO Group, la empresa israelí propietaria de Pegasus. Ambas formaciones han solicitado ser acusación particular en el caso. Las dos denuncias se han presentado en el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona, que ya investiga el espionaje con el software Pegasus a los móviles del conseller Roger Torrent y del concejal de ERC Ernest Maragall.

Por otra parte, este lunes el Gobierno ha hecho público que los teléfonos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, también han sido infectados con Pegasus. Ante esta noticia, el diputado de la CUP en el Congreso Albert Botran se ha preguntado si estos sucesos son una "cortina de humo” para convertir “verdugos en víctimas". "¿Desviar la atención hacia el extranjero? ¿O el propio CNI espiando "por la unidad de España"?", ha afirmado el diputado en un apunte en Twitter. Botran también ha reclamado una "comisión de investigación urgente para esclarecer todos los hechos".

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha sido quien ha comunicado en rueda de prensa el espionaje sufrido por Sánchez y Robles: “[los teléfonos] han sido infectados con el software Pegasus, que permite acceder al contenido de los dispositivos. Estamos informando de hechos que están contrastados y que son fehacientes. No son suposiciones. Se trata de hechos de enorme gravedad que confirman que se han producido intrusiones "en ámbitos ajenos a las instituciones estatales y fuera de la ley", ha precisado.

Para concluir, ha incidido en que "existe constancia" de que el software Pegasus ha sido utilizado "de modo ilícito en al menos 20 países y que entre las víctimas de estas intervenciones se encuentran gobiernos o personalidades de la sociedad civil de distintos ámbitos".