Las fuerzas de seguridad israelíes han aporreado este viernes a los portadores del féretro con los restos mortales de la periodista palestina-estadounidense Shirín abu Aklé nada más sacar el ataúd del Hospital Francés de San Luis, en Jerusalén, para su recorrido final por la ciudad, dos días después de morir de un disparo en la cabeza durante su cobertura de un enfrentamiento entre israelíes y palestinos en Cisjordania.

Las imágenes captadas por la cadena Al Yazira --para la que trabajaba la fallecida periodista-- muestran cómo un grupo de agentes israelíes se aproxima a los portadores del féretro, a los que empiezan a agredir con porras hasta el punto de que el ataúd está a punto de caer al suelo.

Fuentes israelíes han explicado a la cadena que los portadores incumplieron las condiciones para la celebración del funeral al intentar trasladar el ataúd a pie por la ciudad en lugar de los vehículos permitidos por las fuerzas de seguridad israelíes.

Finalmente, el féretro ha sido trasladado en coche fúnebre hasta la Catedral de la Anunciación de la Virgen, en Jerusalén Este, según Al Yazira, que también ha informado de la detención de cuatro personas, entre ellas dos por ondear la bandera palestina.

De acuerdo con el medio para el que trabaja la periodista, la Policía israelí ha roto una de las ventanas del vehículo que transportaba el ataúd para retirar otra bandera de Palestina que había en su interior.

Después de que la familia haya podido dar sepultura a la víctima en un cementerio a las afueras del barrio viejo de la Ciudad Vieja de Jerusalén, la Policía ha terminado de dispersar a la multitud lanzando gases lacrimógenos.

 

Israel reconoce que la periodista pudo morir por el disparo de sus militares

La investigación preliminar iniciada por Israel sobre el incidente de la periodista palestinaestadounidense Shirín abú Aklé no ofrece conclusiones sobre la procedencia de la bala que acabó con su vida pero admite, entre las varias teorías que baraja, que podría haber sido disparada por sus propios militares. "Existe la posibilidad de que fuera alcanzada por los disparos de las fuerzas israelíes contra los terroristas", según el informe preliminar recogido por el Jerusalem Post, que sitúa a la reportera a unos 200 metros de los militares israelíes desplegados el miércoles en la ciudad cisjordana de Yenín para efectuar una serie de arrestos que se vieron respondidos, según Israel, por "disparos generalizados y descontrolados".

En este sentido, un alto responsable del Ejército israelí involucró el jueves a un militar dentro del escenario "más probable" de la muerte de la reportera: "Un soldado con un fusil de asalto y un excelente sistema de apuntado estaba disparando a un terrorista con un M16 que estaba disparando contra nuestras tripas", según declaraciones al Washington Post. "Estamos estudiando la posición de Shirín porque éste es el escenario más probable de su muerte", añadió esta fuente, bajo condición de anonimato, antes de informar que los investigadores militares israelíes se habían apropiado de los fusiles de asalto de los efectivos involucrados para su análisis.