El dramaturgo y Premio Nacional de Literatura Dramática, Guillem Clua, cuenta en redes sociales la experiencia tan penosa que vivió en Semana Santa después de alquilar una casa rural con su burbuja de convivencia. En su perfil de Twitter, el guionista expone que la anfitriona dejaba mucho que desear en cuanto a disposición y trato con los clientes
"Quedamos con ella en un bar del pueblo y desde el minuto cero detectamos que la cosa no iba a ir bien. La chica se había pedido un café y no se iba a dar prisa alguna en llevarnos a la casa. Se quedó ahí sentada charlando con amigos", relata en un principio.
Tal y como suponían, la cosa fue a peor a medida que pasaron los días, y es que, según cuenta, la mujer no quiso saber nada de ellos durante su estancia en la casa -salvo en el último momento-, justificando para ello que tenía que irse a Barcelona y apagando el teléfono.
Lo más grave hasta aquí tiene que ver con las condiciones de la vivienda: "La casa, oh sorpresa, nos la encontramos sucia, con polvo por todas partes, mantas malolientes y hasta telarañas en algunos rincones. Todo estaba en muy mal estado, el wifi prometido brillaba por su ausencia y las camas prometían escoliosis instantáneas".
Otro problema, apunta, era que hacía mucho frío en la casa. La solución que les dio la mujer fue dejarles leña (escasa) y a un precio desorbitado (seis euros por cada caja). Ni tan siquiera les encendió la calefacción.
"La calefacción solo se pone dos meses al año. Ahora ya hace calor. ¡Que ya estamos en abril! Además, tenéis una chimenea", les dijo en tono burlesco.
"Me dio tal asco sabiendo que erais siete gays aquí..."
Además de todos estos hechos, Clua denuncia la homofobia de la anfitriona cuando le preguntó por unos objetos que se había dejado en su casa -unas llaves de moto, unos AirPods y una botellita de gel hidroalcohólico en concreto-. Aparentemente, este último no tiene importancia.
Sin embargo, cuando el director de teatro ve que le faltan los auriculares y pregunta a la señora si se pueden haber caído "accidentalmente", ésta da el colofón final: "En las chaquetas, cuando miré en los bolsillos me encontré con un gel y me dio tal asco sabiendo que erais siete gays aquí… aún me encontraré aquí con alguna historia que no me quiero encontrar y no toqué nada más, que más bien me dabais manía.”
Tanto Clua como sus acompañantes han informado a Aribnb de lo sucedido, aunque de momento la compañía no ofrece una solución.
Hilo completo de Guillem Clua sobre lo sucedido
He dudado mucho sobre si subir los audios. Finalmente he decidido compartir solo este fragmento, cuando cegada por su propia bilis, soltó: pic.twitter.com/sqa2fqnA8p
— Guillem Clua (@guillemclua) April 27, 2021
Informamos de toda la situación a @airbnb, pero ellos nos responden esto: pic.twitter.com/ivxqwvve8x
— Guillem Clua (@guillemclua) April 27, 2021
