Mil y una veces me he referido a la Ley Sinde como algo que no terminó de ser lo que debería, y gracias a ello propició un movimiento que comenzó contra el texto legislativo y ha terminado en la búsqueda y captura de los creadores con más éxito. Señalados sobre todo los que hablan en defensa de su trabajo, e incluidos en listas que llaman al boicot de sus productos en el mercado. Parece que cuanto mayor haya sido su proyección profesional, más saña se pone en señalarlos como los culpables de... ¿De qué? Jamás he terminado de comprender cuándo un autor dejó de ser el legítimo dueño de su obra para venderla al precio que considerase oportuno. A nadie le ponen una pistola en la cara para comprar los libros de Lucía Etxebarría. El mero hecho de que la mujer escriba bien no nos da derecho a repartir los libros de forma gratuita en la plaza pública de Internet. Que se haya quejado amargamente del daño que produce la piratería en sus legítimos ingresos no es razón para llamar al boicot contra sus creaciones. Qué miedo me ha dado siempre esto de las listas negras. Verdaderos escalofríos. Es un ejercicio de contorsionismo filosófico defender la libertad de expresión al mismo tiempo que se llama a no comprar la obra escrita de alguien. Terrible.

La protesta contra la Ley Sinde no nos puede llevar a condenar el éxito sacando la guillotina a pasear. Robespierre no podría estar más orgulloso. El obsoleto modelo de negocio de la industrial musical, cinematográfica o del libro no es excusa para proponer la libre circulación de la obra cultural sin permiso de sus dueños, sobre todo cuando todavía existen multitud de páginas web cuyos propietarios se están lucrando día tras día gracias a lo que otros sacaron de su esfuerzo intelectual. Mientras esto ocurra, a mí me basta con que para cerrar una web haya un juez que decida. Es suficiente garantía para la interpretación justa y garantista de la ley, terminando así con el expolio que sufren los creadores cuyo crimen es el éxito y no enterrarse en el silencio por temor a ser criticados en Twitter.

Ion Antolín Llorente es periodista y blogger
En Twitter @ionantolin