Desde este punto de vista es fácil pensar: ¿el futuro está en el e-commerce y en internet? Pues, difícil de ignorar es el hecho de que pequeñas startups y/o mercados online, se han hecho grandes por la simple flexibilidad de acomodarse a los tiempos que corren, y es que ¿quién puede ya imaginarse un mundo sin Amazon? ¿Y sin otras empresas online? Zalando, Spotify, Apple, Netflix y Facebook han sabido adaptarse a su entorno, brindando una solución a los problemas comunes de la época actual.
Amazon es el caso del mercado online por excelencia. En los más de 14 paises en los que funciona, es un símbolo de confianza al comprar online. ¿El secreto? Probablemente lo sea la capacidad de vender artículos en los más variados ramos a precios asequibles , entregándolos de entre 2 a 3 días hábiles. Electrodomésticos, móviles, DVD, películas, libros, tabletas, productos de belleza, e-books y más, sólo están a un par de clicks de distancia.
Apple ha sido también una empresa emprendedora y visionaria desde que Steve Jobs y Steve Wozniak fundaran la empresa en un garage de una casa de California. Primero lo hizo con los ordenadores personales, y luego buscando la necesidad insatisfecha de millones de usuarios cuando otras empresas parecían mirar para otro lado: el iPod. En un mundo donde los walkmans ya resultaban anticuados e incómodos, Apple vió la posibilidad de ofrecer un nuevo producto para escuchar música en otro formato, que resultara mucho más compacto y además lo hizo rentable. ¿A qué se debió su rentabilidad? El iPod brindaba (y brinda) la posibilidad de llevar miles de canciones encima en formato MP3, sin que ocupe más espacio que el del mismo iPod. ¿Entonces por qué no venderlas? ¿Por qué no crear un sistema en el que con sólo unos clicks el usuario pueda comprar sus canciones preferidas y llevarlas consigo a todas partes? Los usuarios de iPod ya no deberían perder tiempo grabando canciones en cassetes con baja calidad de audio o comprando un CD, sólo por una canción en la que estaban interesados. La iTunes store significó una nueva forma de comprar online.
Y así, años más tarde, entró en el negocio Spotify. Claro que tuvo que esperar hasta que la teconología fuera la adecuada: para ofrecer música en streaming, una “radio personalizada”, se necesita de internet rápido. Y los tiempos actuales lo ofrecen. El usuario puede registrarte sin costo alguno y escuchar las canciones que desee, eso sí, en orden aleatorio y aguantando las cuñas publicitarias. Pero por lo menos uno ya no tiene que llenar su disco duro ni tomarse el tiempo de comprar canciones.
Si uno no se siente satisfecho con ello, tiene la posibilidad de volverserse un usuario premium. Pagando 9,99 € el usuario puede escuchar la música que desee, sin cuñas publicitarias y descargar canciones que después podrá escuchar sin necesidad de acceso a internet.
Y como pasó con la música, tampoco tardaría en pasar con las películas. Desde que Netflix llegó a escena, pocos recuerdan lo que significaba ir al videoclub de barrio y alquilar una película que se debería devolver en un par días. Hoy, con los televisores con acceso a internet, se puede elegir una película de entre una gran variedad de títulos y alquilarla de inmediato desde la comodidad del sillón. Acá el streaming es la estrella también, por lo que naturalmente se necesita de acceso a un internet veloz. Pero ya la posibilidad de alquilar una película o pagar un monto mensual por una seleción de series y largometrajes desde la comodidad de la casa, alcanzó para hacer de la videoteca online un negocio exitoso.
Sin lugar a duda, en un mundo donde la moda ocupa cada vez más espacio en la vida cotidiana y resulta más accesible que nunca para los bolsillos de la gente, las tiendas online de artículos de moda están a la orden del día. Quizás que uno de los casos más llamativos sea el de la empresa alemana Zalando, que a diferencia de otros e-commerces no tiene tiendas físicas; todo lo que es, está en internet. Una cantidad innumerable de prendas de ropa, calzado y accesorios de moda componen su catálogo online. Con entregas que demoran no más de dos o tres días hábiles y la posibilidad de devolver la prenda hasta en 100 días sin costo adicional alguno, parece ser un negocio perfecto; aunque no hay que olvidar que el éxito de todas las tiendas online depende de su logística. Si las empresas no cuentan con la infraestructura necesaria o la posibilidad de enviar productos a diferentes lugares, ya sean cercanos o no, este negocio tan rentable pronto deja de serlo.
Sin embargo, hoy en día hasta conocidas tiendas físicas como Zara, Desigual o incluso El corte inglés tienen su espacio online. Claro, que la entrega de pedidos a domicilio en la actualidad no conlleva tantos costos ni problemas como lo hacía anteriormente. Es por ello, que prácticamente toda pequeña, mediana o grande empresa, está en condiciones de ofrecer servicios online hoy en día.
De la misma manera que estas empresas han descubierto una nueva necesidad que satisfacer para el consumidor común, sin duda también lo hizo Mark Zuckerberg. El creador de Facebook, sin duda supo cómo mejorar una idea que luego se haría viral. A pesar de sus cuestionados inicios, la por entonces nueva red social dejó de lado otros servicios gratuitos como lo fueran “fotolog” en los que se permitía publicar sólo una foto diaria, si no se era un usuario premium.
La capacidad de publicar un número ilimitado de fotografías, no ha sido el único acierto de facebook. Sus millones de usuarios estaban al principio impresionados de poder compartir fotos, estado de ánimos, pensamientos y comentarios con otros amigos. Si bien los intentos de su creador por hacer la red social más rentable después de su mal debut en la bolsa, ha hecho que muchos usarios molestos por el Spam, múltiples publicidades y sus discutidas “políticas de privacidad” hayan migrado a otras redes sociales, Facebook todavía cuenta con millones de usuarios activos y es la red social más popular en la mayoría de los países del mundo. Hoy en día, es difícil de imaginar una empresa o marca que no tenga una “Fan page” en Facebook para comunicarse con su público objetivo, algo que comparte con Twitter y otras redes sociales.
Entonces, ¿es realmente el internet un negocio tan rentable? ¿basta sólo con abrir una página web para ser exitoso online? La respuesta a esta pregunta es algo desagradable: no, no resulta tan fácil ser exitoso en internet. Es cierto, muchas posibilidades se abren, pero existen otras variables que por lo general no se tienen en cuenta al querer ir online. Quizás la más importante sea que si bien internet abre las puertas a un público innumerable, esto no significa que cada uno de sus usuarios sea automáticamente un cliente. Son clientes potenciales, es verdad, pero un error común es sobredimensionarlos.
Que hayan más de 29 millones de usaurios de internet en España, no significa que todos compren online, ni que estén interesados en un determinado producto o, incluso aún, probablemente no sepan de la existencia de un negocio específico. Internet es un ámbito muy complejo e intricado, donde la competencia es feroz. En un ámbiente con más de 155 millones de sitios web, es imposible pensar que el usuario va a conocer todas ellas.
¿Y entonces? ¿Cómo llevar un negocio online y ser exitoso? Lo primero que hay que hacer es informarse, prepararse, buscar toda la información necesaria, especializarse en marketing e internet y asesorarse con profesionales o con personas que cuenten con experiencia en el sector.
Posteriormente, es imprescindible elegir y acotar el público objetivo. De esta manera, todos los esfuerzos y estrategias podrán dirigirse a contemplar sus necesidades.
Y por último, se necesita de un buen plan de negocios, la formulación de un proyecto y el análisis de la situación actual, serán imprescindibles a la hora de determinar si la idea es rentable y exitosa, o si sería mejor poner la energía, tiempo y dinero en otro producto.
Con la información, un buen plan de negocios y una buena idea, el éxito en el mundo online debería estar garantizado.