El despido del exdirector de El País, Antonio Caño, ha generado todo tipo de reacciones y comentarios. Tras recibir la notificación a través de Recursos Humanos, Caño publicó un comunicado en el que acusó al periódico de cometer un “atropello a la libertad de expresión”. Sin embargo, como si de un bumerán se tratase, tal recriminación se le ha vuelto en contra. El Comité de Redacción le ha respondido a través de un escrito en el que le responsabilizan de imponer trabas a la libertad de información desde su mandato.

“Desconocemos las causas reales de su destitución como ‘asesor digital’, que atañen a la empresa, pero sí sus explicaciones auto exculpatorias, a partir de las cuales describe su labor como director entre 2014 y 2018 como la de un garante de la libertad de expresión en la redacción, respetuoso con las firmas y el trabajo de los profesionales y colaboradores. Nada más lejos de la realidad”, arranca el comunicado.

Tras el despido, “el Comité Profesional de entonces propuso realizar una encuesta entre la redacción, tal y como se había venido realizando durante años con diferentes directores, al estilo de las que se efectúan en numerosas empresas, encuesta que Caño prohibió tajantemente. No obstante, el Comité incumplió esa decisión” y el sondeo se realizó, arrojando un resultados cristalinos acerca de “los efectos que sobre el clima de la Redacción estaba causando el mandato de Caño”. El Comité asegura que Caño “alcanzó una nota media de 2,14 sobre 10 entre los 218 profesionales que participaron, que equivalían al 71% del censo”. Además, "en la pregunta sobre ‘lo que más te molesta de la Redacción’ aparecieron en los primeros lugares, por vez primera en las encuestas realizadas hasta el momento, las palabras "autoritarismo" y ‘sectarismo’”.

“El listado de profesionales que decidieron marcharse asfixiados por la censura constante de sus artículos o incómodos por la necesidad de seguir al pie de la letra sus consignas es amplio, además de los represaliados a otros departamentos, que debieron dejar las materias sobre las que informaban, y los despedidos por censuras insostenibles. Los ecos de aquella época llegaron hasta The New York Times y uno de los textos censurados terminaron publicándose en el Times londinense”, abundan.

Extrabajadores de El País reaccionaron al despido también en redes sociales y, según sus versiones, respaldarán coma por coma el comunicado del Comité de Redacción. “¿A cuántos despediste tú sin darles la oportunidad de un intercambio de palabras? Duele, ¿verdad? Pues a los demás también. Lo del despido ideológico lo inventaste tú mismo”, escribió la periodista Mónica Andrade. Por su parte, Miguel Mora apuntó lo siguiente: “Hola, mártir. Precioso texto de tu abogado. Te recuerdo que los despidos ideológicos los inventaste tú. A mí me borrabas la palabra austericidio de las crónicas, y me invitaste a irme de El País por oponerme al ERE diciéndome que mis méritos profesionales no contaban”.

El descontento del Comité con Caño no es nada novedoso. Ya en el año 2014, ElPlural.com publicó que varios periodistas aquejaron censura y notables manipulaciones en sus informaciones. En dicho curso, hicieron público un comunicado en el que lamentaban que, por ejemplo, durante su mandato la información de El País sobre la Casa Real se vio alterada, obviando el caso Nóos o el viaje a Botsuana de Juan Carlos I en el especial del día de la abdicación. "Caño recordó que ese especial se hizo en cuatro horas" lo que explicaría que "no hubo materialmente tiempo para una planificación minuciosa”. Esto no es más que un ejemplo, puesto que el Comité denunció que de manera generalizada se modificaban textos sin consultar a sus autores: “Cuando he dado la indicación de cambiar un texto, generalmente ha sido para descargarlo de opinión. Es una batalla que voy a insistir en dar. No es falta de confianza hacia ningún redactor, es respeto al lector”, esgrimió entonces Caño.