La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, fue la protagonista del acto organizado por La Razón bajo el marco de las conferencias La Razón de… Durante su intervención, la ministra defendió a capa y espada el artículo 155 y presentó la jornada del 21D como un día clave para ganar al “nacional-populismo”. En este sentido, criticó las “mentiras” que, a su juicio, ha estado vertiendo el bloque independentista gracias a las redes sociales y a los medios de comunicación. Una denuncia que se cristalizará en una propuesta parlamentaria. Cospedal anunció que propondrá a la Comisión de Defensa la creación de un grupo de trabajo que aglutine a diputados y editores de medios de comunicación para, “juntos”, luchar contra “la amenaza de la desinformación contra nuestra democracia” y así buscar “soluciones a la altura de este gran desafío”.

Resulta llamativo que este anuncio lo haga pocos días después de que la agencia de noticias rusa Sputnik difundiera una broma de la que fue víctima la ministra de Defensa, en la que dos humoristas que se hacen pasar por miembros del Ministerio de Defensa de Letonia le informan de que el expresidente catalán Carles Puigdemont es un espía ruso apodado ‘Cipollino’.

Y es que, Cospedal aseguró que el bloque independentista manipulan a la sociedad  -o al menos lo intentan-: “La división entre buenos y malos ciudadanos, la invención artificial de un enemigo al que culpar de los desmanes propios, acuérdense del ‘España nos roba’”, dijo. De hecho, señaló directamente a los medios de comunicación públicos catalanes: “Al final, no era más que un extremismo más. Un populismo que, al margen de su naturaleza identitaria, comparte muchas de sus características con sus homólogos europeos”.

Cospedal señaló directamente a los medios públicos catalanes como adalides de esta “manipulación”, que también ha copado las redes sociales. Llegó incluso a mencionar a Russia Today.

“Nos encontramos con una estrategia que afecta de lleno a nuestros intereses nacionales, y sobre la que tenemos que estar muy vigilantes para que no se repita durante la campaña electoral que comienza la semana que viene. O al menos, para que no nos coja desprevenidos”, sentenció, a lo que añadió que “las nuevas estrategias de desinformación, manipulación y propaganda por parte de determinados actores globales” son una amenaza para la democracia y, en consecuencia, hay que presentar medidas para atajarla para evitar una nueva “guerra de la información”.