Quim Torra se llevó una gran sorpresa el viernes por la noche cuando fue abucheado por la mayoría del público asistente a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo en Tarragona. Como excusa, la portavoz del Govern de la Generalitat, Elsa Artadi, no se le ocurrió otra cosa que decir que el público estaba "seleccionado". El alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, lo ha negado. Los asistentes, además, aplaudieron al Rey.

La presencia del presidente de la Generalitat a la inauguración de los Juegos estuvo toda la semana pasada en entredicho. La presencia del Rey era la excusa. Para Torra y una buena parte del indepedentismo, Felipe VI es ahora la personalidad española culpable del 1 de octubre y de la "represión" al independentismo. Incluso Torra viajó a Berlín para entrevistarse con Carles Puigdemont y el expresident le pidió que boicoteara la inauguración de los Juegos.

La misma mañana del viernes estaba decidido que Torra no viajaría a Tarragona, pero a mediodía todo cambió y en un salto mortal confirmó su presencia pero rompió relaciones con la Casa Real.

La ceremonia de inauguración se inició con la entrada de las autoridades, lideradas por Felipe VI, bajo el himno catalán, Els Segadors, para después interpretar el himno español. El abucheo a Torra se produjo durante el discurso de Ballesteros, quién lo nombró. El estadio de fútbol del Nàstic de Tarragona, con muchos asientos vacíos, fue el escenario para este abucheo, con pocos aplausos para Torra. La presencia de banderas españolas era superior a banderas independentistas. Los concejales de la CUP, muy críticos con los Juegos, exhibieron pancartas en el palco de autoridades pidiendo la libertad para los políticos catalanes encarcelados.

Los mismos que defienden la libertad de expresión para silbar al Rey, se muestran extrañados de que se silbe a Torra. Artadi afirmó que "era un público sorprendentemente seleccionado. Nos sorprendió que hubiese tan poca gente, porque desde la secretaría de Deportes de la Generalitat se habían pedido invitaciones para compromisos, tanto para nosotros como para la Diputación de Tarragona, y se nos dijo que no había". El Govern de la Generalitat estuvo representado por Torra, Artadi y  el conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall. Por parte del Gobierno español, Pedro Sánchez contó con el apoyo de su ministra Mertitxell Batet.

Por contra, el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), que también es presidente del Comité Organizador de los Juegos Mediterráneos, negó la versión de Artadi y aseguró que era "materialmente imposible seleccionar al público" que asistió a la inauguración, pues la venta de entradas la realizó, por contrato, una empresa privada y sólo se podrían comprar de seis en seis. En cuanto a las invitaciones, Ballesteros señaló que la Generalitat tuvo todas las que pidió.