El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha renunciado este miércoles al sueldo que les correspondería como expresidente catalán porque considera que aún es el presidente de Catalunya “legítimo”, respondiendo así al requerimiento del Ministerio de Hacienda.

Según publica elnacional.cat, Puigdemont no acepta haber sido cesado por el Gobierno en aplicación del artículo 155, por lo que consecuentemente tampoco acepta la condición de expresidente y el sueldo que eso conlleva.

Puigdemont ha tomado esta decisión después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le diera este martes un plazo de diez días hábiles para decidir si solicitaba acogerse al Estatuto de expresidentes de la Generalitat y cobrar así la pensión que le correspondería, que estaría en torno a los 112.000 euros al año, aunque ésta debía ser aprobada después por el propio departamento de Montoro, algo que ya avisó no tenía intención de hacer.

Por el contrario, el expresident, que durante la legislatura había renunciado a su retribución como diputado en el Parlamento, sí se dará de alta para cobrar el sueldo base de los parlamentarios que le corresponde durante los meses que transcurran hasta la constitución de la próxima legislatura.

Lo mismo harán los consejeros Jordi Turull y Josep Rull, por lo que ninguno de los dos recibirá ningún tipo de retribución como ex consejero y, dado que conservaron el escaño a pesar de entrar en el Gobierno, sí que se acogerán al derecho de los diputados a cobrar el sueldo base hasta la constitución de la nueva Cámara.

En el caso del vicepresidente, Oriol Junqueras, y el resto de consejeros, la mayor parte de los cuales renunció al escaño cuando asumieron sus departamentos, sí habrían decidido acogerse a la pensión que les corresponde y así lo habría trasladado el Departamento de Economía al Ministerio de Hacienda.

El Gobierno dejó claro que si Puigdemont y el resto del Govern pedían la pensión estaban acatando implícitamente su ceso y la intervención de la Generalitat en base al artículo 155.