Como cuando uno se sienta ante una de esas tortillas de patata que se toman en copa y con cucharilla, es probable que, dentro de unos meses, cuando Valladolid se mire al espejo, se encuentre ante una imagen deconstruida, basada en deshacer lo hecho, en la que no se reconocerá.

Esa imagen es la que tiene en mente el candidato a la Alcaldía del Partido Popular, Jesús Julio Carnero, si pasa por el ojo de la aguja de Vox y termina celebrando lo que celebró el 28M: una victoria que daba por hecho el apoyo de la ultraderecha, con los mismos concejales que el PSOE de Oscar Puente, pero menos votos, a pesar de que su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha confirmado hoy públicamente que sigue siendo partidario de que gobierne la lista más votada.

No parece que haya dudas, sin embargo, dado que Carnero se proclamó campeón el domingo pasado, mientras que el máximo exponente de la ultraderecha en Castilla y León, Juan García-Gallardo, afirmaba ayer que la decisión sobre la Alcaldía de Valladolid (y Burgos, también pendiente del pacto derecha-ultraderecha) está en manos del PP.

Pero hasta el día 17, cuando se constituya el Ayuntamiento, no se sabrá si el carril bici del Paseo de Isabel la Católica seguirá construido o será deconstruido, y si el potencial alcalde popular tirará por tierra la movilidad sostenible en la ciudad, que parece ser uno de sus máximos empeños para complacer a los vecinos.

Las prioridades del PP

El día en que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, presentaron a Carnero como candidato del PP al Ayuntamiento de Valladolid, en febrero, el aspirante afirmó que prometía “un gobierno municipal que sepa construir un futuro juntos, entre todos, un ayuntamiento que transforme a Valladolid en la verdadera ciudad del siglo XXI, con la participación de todos, sin dar la espalda a nadie”.

Sin embargo, en esa ciudad del siglo XXI que propone diseñar, no cabe la movilidad sostenible. Tampoco la integración ferroviaria, ya en marcha, diseñada por el equipo de gobierno PSOE- Valladolid Toma la Palabra (IU-Equo-Podemos) como alternativa de permeabilidad entre los barrios.

Como prioridades, que pueden consultarse en la web del PP de Valladolid, el candidato Carnero, bajo el epígrafe de “Acciones inmediatas”, señala “eliminar los atascos”, para lo cual, entre otras zonas de la ciudad, marca la “devolución a la situación de partida” de varias vías con nuevos carriles bici, entre ellas, el Paseo Isabel la Católica.

Esta es una de las vías periféricas fundamentales del casco histórico, por cuyo carril bici, que ahora ocupa uno de los dos existentes en un sentido de la circulación, circulan diariamente 800 bicicletas al día, y, en total, 289.166 en 2022.

Ese carril bici apenas tuvo coste, puesto que el ramal por el que discurre ya existía, y únicamente fue señalizado, y balizado; si bien, posteriormente, se invirtieron 100.000 euros para conectarlo con el puente y habilitar dos carriles en su último tramo.

Ese dinero invertido será vuelto a invertir para devolver ese carril al tráfico rodado, con el consiguiente desembolso del presupuesto municipal, y por tanto, de los ciudadanos, incluidos los casi 300.000 que utilizan el carril bici cada año.

Paralizar las obras ferroviarias

Carnero también propone deconstruir las obras, ya en marcha, de túneles y pasos sobre las vías del tren entre los barrios de la ciudad, emprendidas ante la inviabilidad del soterramiento del tren, cuyo coste, 1.300 millones de euros, según las cuentas del equipo de gobierno de Puente, resulta inasumible, y a cuyo caballo se montó el anterior alcalde, Javier León de la Riva en cada campaña electoral, durante veinte años, sin emprender el galope, pero dejando deudas millonarias para la ciudad.

Carnero ha prometido que “paralizará las obras de integración del tren iniciadas por Oscar Puente”, que mantiene la estación de trenes como infraestructura ferroviaria en superficie, propicia la permeabilidad de la traza ferroviaria en la ciudad y contribuye a la vertebración, lo que, según la información de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, tiene un presupuesto de 112 millones de euros.