La Agencia Valenciana Antifraude es una entidad adscrita a las Corts creada para prevenir y erradicar el fraude y la corrupción e impulsar la ética pública. La puso en marcha el Gobierno del Botánic en 2016, contando con el trabajo y las ideas de muchas entidades especializadas en este asunto, y comenzó a desarrollar su labor un año más tarde

La organización Transparencia Internacional llegó a reconocer a esta Agencia como un ejemplo de buenas prácticas. Sin embargo, el cambio de gobierno en la región ha tenido fuertes efectos sobre ella. Después de varias modificaciones, PP y Vox han terminado vaciándola de contenido por medio de una ley que implica el desmantelamiento de buena parte de sus mecanismos.  

Tanto entidades como World Compliance Association, la propia Transparencia International España, Hay Derecho, GESTHA, Acción Cívica, Observatori Ciutadà contra la Corrupció o Plataforma Ciutadana Castelló per la Justícia, como los partidos de izquierdas, han alertado de que los cambios introducidos convierten la AVAF en un organismo sin capacidad de actuación real y sin independencia

Las alarmas saltaron ya cuando se modificó el proceso de elección del director. "La candidatura de Eduardo Beut, hoy máximo responsable de la Agencia, "fue impugnada, se aceptó la impugnación y el PP volvió  hacer la misma propuesta", recuerda a ELPLURAL.COM Rafael Maurí, presidente del Observatori Ciutadá contra la Corrupció. "Parecía muy clarificador el planteamiento", indica, subrayando que Beut es un profesional muy relacionado con Zaplana.

Su nombramiento terminó saliendo adelante y la primera decisión que adoptó Beut constituyó un nuevo golpe al organismo. Cesó a dos figuras clave de la Agencia: el responsable del área de Investigación, puesto fundamental en la tramitaciónde denuncias y en el traslado de casos a la Fiscalía; y la responsable del área jurídica, que asumía también la labor de subdirección. Decapitada la cabeza de la AVAF, el tercer paso fue "derogar el Código Ético y el Comité de Ética", aclara Consuelo Vidal, vocal de la Junta de Directiva del  Observatori Ciutadà contra la Corrupción.

El Código Ético contaba con "estándares muy elevados y exigentes", precisa Maurí, que apunta tamibén que el Comité de Ética, responsable de garantizar su cumplimiento, estaba formado por personas externas altamente cualificadas. A día de hoy, estos profesionales están inmersos en un proceso contencioso-administrativo. 

El último paso y definitivo en el desmatelamiento de la Agencia Valenciana Antifraude se dio a través de la aprobación de la Ley 5/2025, que entró en vigor el pasado 1 de junio. Se aprovechó la norma para introducir unas cuantas reformas más, que reducen la colaboración con la Fiscalía y la Transparencia, y para eliminar el Consejo de Participación Ciudadana, creado en 2019 bajo el Reglamento de funcionamiento y régimen interior de la AVAF. "Al día siguiente de publicarse ya recibimos la carta", cuenta a este medio Vidal, hasta entonces miembro de ese Consejo. "Era el último órgano de contrapeso y control institucional que aún quedaba en pie", afirman estos integrantes del Observatori contra la Corrupció, que sostienen que, además de servir como canal de comunicación y rendición de cuentas entre la agencia y la sociedad civil, el Consejo de Participación era también un espacio clave para asesorar en decisiones estratégicas en la lucha contra la corrupción

Prueba del desmantelamiento de este importante organismo son los informes que se publican una vez finalizan las investigaciones. "Antes eran muy detallados, ahora se han reducido tanto que no te acabas de enterar de qué va", cuenta. Lo mismo ha ocurrido con la memoria anual, reducida a cuatro apuntes.

Por razones políticas

Rafael Maurí y Consuelo Vidal coinciden en señalar que detrás de los cambios en la Agencia Valenciana Antifraude hay una "razón política clara". "Aquí no la han eliminado como en Baleares, pero han optado por controlarla desde dentro y vaciarla de contenido", expone Maurí. "En este caso ni siquiera ha habido reducción presupuestaria", indica, Vidal, que sugiere que "la estrategia es otra". Los cambios en la AVAF no han llegado a tiempo para el Caso Erial, pero quedan otros muchos abiertos como Azud e, incluso, "nuevos que pudieran abrirse".

El trabajo de colaboración con la Fiscalía, clave en muchas operaciones que afectan a los 'populares', "le ha dolido mucho al Gobierno de derecha y ultraderecha", afirma la que fuera integrante del Consejo de Participación Ciudadana de la AVAF, que zanja: "Estos días en los que tanto se habla de medidas para luchar contra la corrupción, hay que recordar que la Agencia Antifraude Valenciana era un buen puntal para ello".

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