El Partido Popular se ha servido de la polémica de las macrogranjas para buscar votos de cara a las elecciones de Castilla y León. No solo el propio candidato, Alfonso Fernández Mañueco, y su equipo, sino también el líder de los populares se ha volcado con los ganaderos ante lo que dicen es un ataque contra el sector ganadero. Tanto es así que se han plantado en instalaciones ganaderas para, desde ahí, exigir la dimisión de Garzón y negar la existencia de las macrogranjas.

No obstante, el mismo PP que ahora niega las macrogranjas, brindó su apoyo en iniciativas contra ellas y fue pionero en cerrarlas hace veinte años. Sin ir más lejos, el 20 de octubre de 2020, el pleno de la Diputación de Palencia -gobernada por los populares con amplia mayoría- aprobó por unanimidad de los cuatro grupos políticos una moción que expresaba su absoluto respaldo a la postura manifestada por varios ayuntamientos de la provincia contra la instalación de catorce explotaciones porcinas intensivas.

Pero esta no es la única ocasión en la que el Partido Popular se ha movilizado contra las macrogranjas. El PP se ha movilizado en, al menos, 37 municipios, 16 de ellos a través de la aprobación de normas municipales. También han apoyado otras mociones oponiéndose a este modelo de ganadería en 21 ayuntamientos más, de los que 14 estaban dirigidos por alcaldes del PP, según los datos recopilados por las plataformas y asociaciones vecinales que luchan contra este tipo de explotaciones.

Además, el 7 de marzo de 2020, trece ayuntamientos castellanos y leoneses del PP firmaron una declaración conjunta con otros gobiernos municipales de distinto color para expresar su oposición a la red de macrogranjas que se quieren instalar en distintas zonas de la comunidad. Fue en este momento cuando también se pidió al Gobierno de Mañueco el decreto de una moratoria en la concesión de los permisos a la productora cárnica que pretendía edificar nuevas explotaciones.

Recogiendo las peticiones de un pueblo

Yendo todavía más atrás en el tiempo, en el año 2000, el alcalde del PP Ramón Javier Hernández Calvo, del Ayuntamiento de Calzada de Valdunciel, en Salamanca, recogió las peticiones de su pueblo y decidió actuar para tratar de cerrar las naves que llevaban años cebando a cerdos de engorde a escasos metros de una zona residencial.

El Ayuntamiento inició los trámites requiriendo los permisos a la empresa y al ver que no estaban al día se abrió una ventana para la prohibición de la actividad y el cierre. Además, esta situación fue aprovechada por el alcalde para modificar la normativa urbanística municipal y suspender la posibilidad de que los propietarios pudieran renovar las licencias. Tras ello, en 2005, no solo se cerraron estas naves, sino que el pueblo se blindó para la llegada de nuevas macrogranjas.

La macrogranja más grande de Europa

Castilla y León es una zona especialmente sensible por este tipo de explotaciones porque las grandes productoras cárnicas están teniendo una actividad devastadora en la zona frente a una ganadería tradicional que disminuye año tras año. Ahora, una nueva enorme amenaza pende sobre este tipo de actividad económica tradicional y sobre el medio ambiente de la provincia de Soria.

La amenaza radica en un proyecto, ya muy avanzado, de creación de la que sería la macrogranja más grande de Europa en el pequeño municipio de Noviercas (Soria), de 166 habitantes, cerca de las estribaciones del Moncayo en un paisaje natural bellísimo. Esta explotación contaría con una cantidad enorme de animales, en total 23.520 vacas.

Precisamente, Noviercas se haya incluida en la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario. Con un área de 91,56 kilómetros cuadrados, está situado en el este de la provincia de Soria, muy cercano con el límite de la provincia de Zaragoza. El municipio está gobernado por alcaldes del PP desde hace más de un cuarto de siglo.