El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, va a exabrupto por semana. El martes, el ultraderechista persistió en su negación de los crímenes machistas – a los que se refirió como “violentos – y habló de las “desalmadas” que “utilizan” la ley para instrumentalizarla en procesos de divorcios para obtener rédito en la custodia de los hijos. Ante estas palabras, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se ha limitado a comentar que su postura sobre la violencia de género “es clara, nítida y tajante”, así como inamovible “desde hace muchos años”.

Abordado por los periodistas en los pasillos de las Cortes, Mañueco ha optado por no ahondar en la polémica iniciada – una más – por su vicepresidente. El jefe del Ejecutivo regional ha aseverado que sus posicionamientos en materia de violencia de género son “claros, meridianos y tajantes”. Asimismo, ha agregado su opinión es la misma “desde hace muchos años”, subrayando que “no ha cambiado”.

Así ha despachado Mañueco la polémica. Sin entrar en detalles, con prisas, mientras recorría los pasillos para adentrarse en el pleno para votar las mociones de este miércoles. El presidente de la Junta ha recordado que ya dejó claros sus posicionamientos el mismo martes, cuando Gallardo pisó el enésimo charco. “Desconozco esa situación. Yo puedo responder por lo que yo hago”, esgrimió el máximo mandatario autonómico.

La negación y el exabrupto

El vicepresidente de Castilla y León suelta una polémica y encadena una nueva. En el lapso de dos semanas, Gallardo ha resucitado un bulo sobre el Gran Wyoming e incendiado las redes tras sus comentarios sobre la violencia machista, incluyendo su reacción al crimen de Palencia. En este caso, destacó que Vox denuncia todos los crímenes, que son "repugnantes", y con más énfasis cuando "son vilentos" y "rompen familias", aunque defendió que el articulado es una "anomalía en el mundo civilizado".

Gallardo, a raíz del asesinato machista que tuvo lugar en Palencia la semana pasada, aseguró que su partido condena todos los crímenes, que son “repugnantes”, y con más énfasis cuando “son violentos” y aún con más énfasis cuando “rompen familias”, pero defendió que la ley es “una anomalía en el mundo civilizado”, porque no existe en ningún país excepto en España.

El ultraderechista se situó de nuevo en el ojo del huracán este mismo martes, cuando acusó a las mujeres, tachándolas de “desalmadas” de “instrumentalizar” la Ley Integral contra la Violencia de Género en procesos de divorcios para, según su visión, obtener rédito “en la obtención de la custodia de su hijo”.

García-Gallardo respondía a una pregunta formulada por la viceportavoz del Grupo Socialista, Patricia Gómez, en la que aseguraba que Vox “siempre” se posicionará “con las mujeres maltratadas”. En cambio, subrayó que el PSOE no lo estará “nunca” con aquellos “hombres inocentes perjudicados por una ley que lesiona su presunción de inocencia”.

El portavoz del Grupo Socialista en las cortes de Castilla y León, Luis Tudanca, tachó de “intolerable” que Gallardo se refiriera como “desalmadas” a las mujeres que se protegen bajo el amparo de la Ley de Violencia de Género. “No hay más desalmados que los machistas que las maltratan y matan”, apostilló el dirigente del PSOE.