Las reforma de la Puerta del Sol está generando muchas críticas por su diseño diáfano, en el que se ha prescindido de cualquier arbolado o elemento de sombra -excepto, tal vez, unos toldos en sus laterales-, y no solo por los gustos estéticos, también por su funcionalidad. Todo ello se suma a las numerosas quejas que hubo durante las obras por la suciedad y el barrizal en el que se convirtió durante la época de lluvias, así como el incumplimiento de los plazos planteados en la obra estrella de Almeida en esta legislatura.

Desde la oposición municipal de Madrid se ha cargado en diversas ocasiones contra proyectos que apuestan por el hormigón, en lugar de los espacios verdes. Un ejemplo son las críticas de Más Madrid ante la reforma de la Plaza del Sol que ha costado 10,7 millones de euros y si algo destaca de la nueva plaza es la ausencia total de árboles. Esta reforma lleva el sello del estudio de José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez, que en 2014 ganaron un concurso convocado por el Ayuntamiento junto con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).

Ahora que los termómetros marcan cifras récords, con temperaturas inusualmente altas en estas fechas, llueven los comentarios sobre lo difícil que será estar en la plaza más transitada de la capital bajo los rayos del Sol. Incluso los expertos alertan de la importancia de "abandonar la política que está ahora muy de moda en Madrid, asociada al PP, de estar llenando todo de hormigón y de asfalto, como en la reforma de la Puerta del Sol", como señala César Paradinas Blázquez, meteorólogo en la Fundación para la Investigación del Clima (FIC).

Ante los efectos del cambio climático, que está provocando un aumento gradual de las temperaturas, se evidencia la necesidad de las ciudades de tomar medidas a largo plazo para adaptarse a este nuevo panorama y no convertirse en lugares hostiles para la sociedad. La ausencia de vegetación y el material del pavimento puede provocar que se dupliquen los registros medios que marcan los termómetros en las superficies en exteriores.

Qué temperatura puede alcanzar el pavimento 

Saber cómo se comporta el calor puede implicar un factor de vida o muerte, sobre todo para trabajadores que pasan horas a la intemperie o para personas con más riesgo de sufrir las consecuencias del exceso de temperatura, como pueden ser niños y ancianos.

El calor no viene de arriba, sale de abajo. El aire atmosférico es atravesado por los rayos solares, mientras que las superficies son las que calientan el aire, por ello está más caliente cerca del suelo o sobre superficies que absorben mucho el calor, como el plástico o el asfalto. “El sol no calienta el aire, lo hace el suelo”, afirma Benito Fuentes, meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). 

En un día en el que el termómetro marque 38 grados en la calle a las cinco de la tarde, la acera o el asfalto que se pisan a esa hora irradiarán calor a más de 65 grados, según un reportaje de El País que tomó las temperaturas en Madrid el 17 de julio de 2022 a las 17.00 con un termómetro digital indicado para superficies. 

Por otro lado, según un estudio de la Universidad de California, el salpicadero o la carrocería de un vehículo oscuro aparcado bajo el sol alcanzaría seguramente más de 80 grados en un día en el que se alcanzasen los 41 grados. Permanecer en el interior de los coches supone un verdadero peligro en este contexto, pues le cuerpo es capaz de calentarse hasta los 39,7, una temperatura especialmente crítica para los niños.

Las redes arden con la nueva Plaza del Sol

El proyecto está dando mucho de qué hablar y muchos usuarios en redes sociales se han sumado al debate, opinando sobre la céntrica plaza. Una lluvia de crítica en la que incluso la candidata de Más Madrid, Rita Maestre, ha participado, describiendo el lugar como “la parrilla más cara de la historia de Madrid”.