Las dos últimas semanas han sido clave para la lucha sanitaria de la Comunidad de Madrid. Tras casi cuatro meses de parón indefinido, la Atención Primaria llegaba a un acuerdo con la consejería de Sanidad, todavía encabezada por Enrique Ruiz Escudero antes de que vaya al Senado para continuar con su aforamiento. Asimismo, el pasado martes se daba por concluida la jornada de huelga hospitalaria propuesta para el día siguiente, aunque se mantienen en pie otras de cara a los próximos meses.

Sin embargo, como reza el cántico “la lucha sigue, cueste lo que cueste”. Bajo esta premisa, sindicatos, colectivos vecinales y asociaciones profesionales han convocado una nueva protesta multitudinaria con la intención de desbordar la capital. Fuentes consultadas por ElPlural.com emplazan a este medio que ellas, a pesar de no ser convocantes, estarán allí “porque el problema sigue en pie”. “Entendemos que el protagonismo es de los vecinos y pacientes”, subrayan de cara al fin de semana.

Diferencias con las multitudinarias marchas anteriores

La manifestación partirá desde Plaza España a las 12:00 horas y terminará en Atocha, lugar habitual de las peleas de la capital y donde precisamente las batas blancas han sido capaces de exhibir músculo en los últimos meses. Con el telón de “Por una sanidad pública, universal y de calidad”, una treintena de colectivos quieren reflejar que pese a los acuerdos -que son, evidentemente, la primera piedra- todavía hay mucho que mejorar, así como promesas incumplidas a dos meses de las elecciones.

La principal diferencia respecto de las anteriores marchas multitudinarias es que esta no está convocada únicamente por colectivos vecinales, sino que, en la presente ocasión, la organización corre a cargo de una coalición de sindicatos, asociaciones de personal sanitario y vecinales. Se trata de algo poco habitual que llama igualmente a abarrotar Madrid y que tuvo su primera versión en octubre de 2022.

Comunicado conjunto por los recursos y contra la privatización

El texto explica la manifestación como una réplica “tras las continuas políticas de recortes y de promesas incumplidas llevadas a cabo durante estos años por el Gobierno regional, el cual ha antepuesto el interés económico, favoreciendo claramente al sector privado, a conservar y fortalecer el sistema sanitario público”.

“Denunciamos la ausencia de medios que sigue afectando a la correcta atención y salud de los y las pacientes, además de la sobrecarga de trabajo que el personal sanitario tiene que soportar, lo que ha generado una ola de indignación ciudadana y movilizaciones constantes en los últimos meses”, desarrolla el texto de UGT facilitado a los medios de comunicación. Con todo, piden más recursos y medios, así como el final de las privatizaciones y las externalizaciones de los servicios. También se refiere a una mejora de las condiciones laborales del personal sanitario que ponga fin a la temporalidad laboral.

A sus reclamaciones suman la de “que se mantengan en funcionamiento y con dotación necesaria todos los Servicios de Urgencias Extrahospitalarias (antiguos SUAPs), Servicios de Atención Rural (SAR) y las Unidades de Atención Domiciliaria (UAD)”,  además de que “se refuerce la mermada y sobrecargada red de centros de salud mental con profesionales suficientes -entre los que incluye enfermería, psicología o educación social-“ y se “aumente de manera significativa el número de camas hospitalarias”. A partir de todo, explican a este diario que “el modelo que sobrevuela Madrid aún sigue”, siendo ésta consecuencia de sobra para mantenerse en las calles.

Semana de la Marea Blanca

La nueva marcha se produce después de la que tuvo lugar el pasado domingo y que coincidió con la semana de la Marea Blanca bajo el lema “Destapando el velo de la ignorancia” para centrarse en el que “usan algunos políticos para cubrirse y para actuar desde su propio interés, sectarismo y pensamiento supremacista”.

“Desde hace años la Comunidad de Madrid, gobernada por un partido tea party del más recalcitrante neoliberalismo se puso en pie un modelo pro privatizador que ha ido aumentando en un proceso paralelo de degradación de lo público por quienes eran y son responsables del mismo y tiene la desvergüenza de decir que los trabajadores públicos son malos; lo público demasiado caro y lo privado menos costoso, más eficiente y eficaz”, señalaban los convocantes.

La última Marea Blanca ocurrió el pasado 13 de enero y reunió -según Delegación de Gobierno- a unas 30.000 personas para denunciar las políticas de la todavía presidenta, que ha encontrado en el sistema de Salud Pública su principal talón de Aquiles. En este sentido, no son solo los flecos que ha logrado ya  cerrar al firmar el acuerdo de desconvocatoria de huelga, sino también los datos que reflejan los problemas en los tiempos de espera, las polémicas gestiones en algunos de los hospitales más emblemáticos de la región -sin tener en cuenta el Zendal- o las constantes descalificaciones hacia los trabajadores.