“No sabemos dónde está yendo el dinero”. En estos términos tan directos se pronuncia Lorena Morales, portavoz de Política Sociales del PSOE de Madrid (PSOE-M) en declaraciones a ElPlural.com cuando se la pregunta por la partida destinada a natalidad y a la lucha contra la violencia de género por parte de la Comunidad de Madrid.
La polémica viene dada porque coincidiendo con el 8-M, Día Internacional de la Mujer, salía a la luz que la lideresa regional, Isabel Díaz Ayuso, había recortado presupuesto contra la violencia machista en favor de la natalidad, pero el propio equipo de Gobierno había también delimitado notablemente las ayudas en este segundo aspecto.
Ni a las víctimas de violencia machista, ni a las madres
Morales fue la persona que denunció estos hechos. Una vez más, la diputada del partido de Óscar López, a su vez una de las políticas más activas contra la ‘popular’ en materia sociales -basta con echar un vistazo a su pelea por la reparación de las víctimas de residencias de mayores o en los centros de menores- afea los movimientos llevados a cabo por la derecha y siembra las dudas sobre la gestión de la responsable de la administración Sol.
En conversación con este periódico, la portavoz de Políticas Sociales de la formación que a nivel nacional lidera Pedro Sánchez, aclara que no es tanto que Ayuso haya recortado el presupuesto destinado contra la violencia de género como que los fondos que desde Moncloa le llegan para ello, lo destina a otra cosa. Concretamente, los estaría empleando en sus centros de apoyo. Recordemos que Madrid fue la primera autonomía en abrir un Centro de Atención Integral Especializado en España para hombres víctima de violencia sexual, una medida que no ha escapado a la controversia.
“Enviar aquí el dinero que llega desde el Ejecutivo no solo es que no tenga nada que ver con el objetivo para el que los envía el Gobierno, sino que, si me apuras, hacerlo es un ataque a las mujeres, sobre todo víctima de violencia machista”, emite, en tanto en cuando “estos centros sirven para mantener el vínculo con el progenitor no conveniente en caso de rupturas familiares conflictivas”: “Blanco y en botella”.
"Gobierna atacando a las mujeres de la Comunidad de Madrid"
Y en lo que respecta a las ayudas a la natalidad, el mismo oscurantismo. En los últimos años, a pesar de enarbolar esta bandera, la región no ha puesto sino trabas para las familias que intentaran acceder. “Empezaron con la obligatoriedad de diez años de padrón, después lo rebajaron a cinco. Entre esto y la edad -de 30 años máximo- quedaban fuera la mayoría de las mujeres”, expone la fuente de estas líneas, quien añade que, en el caso de las mujeres de parto múltiple, la situación es igual de poco halagüeña: “No piden años de antigüedad, pero sí residencia legal, por lo que también quedan fuera muchísimas mujeres que son jóvenes y están dando a luz a Madrid (…) Recordemos que somos uno de los sitios en los que más presencia hay de mujeres migrantes”.
Y en términos de cuentas, éstas tampoco salen. En el caso concreto de las mujeres de parto múltiple, habían presupuestados unos tres millones de euros, de los cuales han sobrado 2.250.000, lo que no ha hecho sino generar controversia. “Entiendo que cuando ella presupuesta las ayudas, lo hace en base a unos datos, que además en este caso se mantienen estables (…) ¿No se da cuenta que con una población migrante tan amplia, joven, cuando incluye siempre los requisitos de residencia y empadronamiento está dejando fuera a un grueso muy importante de mujeres?
La portavoz de Políticas Sociales del PSOE-M vislumbra soluciones. Por ejemplo, que el dinero restante se hubiera destinado a personas que, denuncia, la propia Ayuso dio la espalda: “Hace años hubo ayudas en la Comunidad de Madrid para familias cuyos hijos estaban en cuidados paliativos o con enfermedades graves, como un cáncer, y cuando se terminaron los fondos europeos, desaparecieron (…) Podría ser un buen momento para retomar estas prestaciones”.
Así las cosas, si hay algo que Morales tiene claro es que Ayuso “gobierna atacando a las mujeres de la región”, con palabras, pero también con hechos e independientemente de que “sean madres” o “víctimas de violencia machista”. “No ve que detrás de esa natalidad hay una madre a la que hay que cuidar y acompañar (…) Aprecia a las mujeres como meros recipientes para alcanzar sus objetivos de natalidad, pero obviando ese respaldo”, concluye.