El nuevo portavoz del grupo parlamentario popular, Pedro Muñoz Abrines, ha negado el cambio climático en la que se ha convertido en su primera declaración polémica desde que el pasado mes de mayo asumiera el cargo que hasta ese momento tenía Alfonso Serrano, ahora secretario general del PP madrileño.

“Yo entiendo a la oposición, que tiene que crear un escándalo y tiene que generar miedo por cualquier elemento, por cualquier circunstancia que se produce en nuestro país, y en concreto en nuestra región. Evidentemente que en el mes de junio o en el mes de julio haga calor me parece que forma parte de lo más natural”.

Con estas declaraciones, el político de la formación conservadora parece ir contra la evidencia, a pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) haya advertido de que Madrid va a ser una de las regiones que más va a sufrir la ola de calor, con temperaturas superiores a los 40 grados.

También niega con sus palabras las consecuencias del cambio climático, que está dando pie a que muchas veces se pase del verano al invierno sin conocer las otras estaciones. Con todo ello, la realidad es que nuestro país está atravesando la peor ola de calor que se recuerda en este mes desde hace 20 años.

Las palabras de Abrines acumulan una oleada de críticas desde las redes sociales; y también por parte de la oposición. Así, el diputado de Más Madrid Javier Padilla ha sido muy contundente: "Dice un señor con camisa de manga larga, chaqueta, corbata y aire acondicionado a 23º, que esto del calor es normal. ¿Los datos de la AEMET sobre olas de calor por años? Bullshit. Contra el cambio climático, gorrito de plata”.

 

Inactividad de Ayuso

Los partidos de la izquierda lamentan también el “silencio” de la presidenta Isabel Díaz Ayuso respecto a las medidas que piensa tomar en los centros educativos para que las clases transcurran con la máxima normalidad posible.

Esta inactividad ha provocado la reacción de sus oponentes políticos, pero también de las asociaciones de padres, quienes lamentan que la lideresa popular “no haga nada” frente a un “mantra” que se repite todos los años, aunque este con más fuerza.