"Agua pasada no mueve molino". De esta forma califican fuentes muy cercanas al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso la postura actual de la presidenta sobre las figuras del Partido Popular que se posicionaron a favor de Pablo Casado en la guerra cainita que ambos protagonizaron a raíz del caso de las mascarillas del hermano de la lideresa. Una batalla interna que, a un año de la salida del exlíder popular de Génova, continúa a pesar de los intentos de crear normalidad. Y es que mientras el entorno cercano de Ayuso asegura haber pasado página, el actual consejero de Presidencia y Justicia del Ejecutivo madrileño y uno de los hombres fuertes de Casado, Enrique López, se ha dado de baja de la formación entre las dudas sobre su permanencia en el equipo de la lideresa de cara a un futurible nuevo gobierno popular en la Comunidad de Madrid.

El apoyo a Casado

Este lunes ha salido a la luz que al menos hasta 10 personas de las 11 que conformaban el núcleo duro del equipo de Pablo Casado al frente del Partido Popular mostraron su apoyo a su presidente tras atreverse a denunciar la existencia de corrupción dentro de su propia organización, concretamente la perpetrada por el hermano de Ayuso. Según ha publicado El País, tras la entrevista de la discordia altos cargos del PP como Cuca Gamarra, Javier Maroto, Dolors Montserrat o Andrea Levy enviaron mensajes de forma privada y a través de las redes sociales al entonces líder. Se trata de unas personas que siguen manteniendo en la actualidad sus responsabilidades institucionales o de partido tras la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la dirección de la formación.

Esta semana se cumple un año de la muerte política de Casado y su salida de Génova que todavía se siente en las bases sobre las que se asienta el PP. Sin embargo, el círculo cercano de Ayuso asegura que estas informaciones ya no causan ningún revuelo en el interior del Ejecutivo así como que rechazan tener inquina o rencor contra estos políticos, todavía presentes en el equipo popular nacional o madrileño. De hecho, como valoración sobre estos mensajes afirman textualmente que "agua pasada no mueve molino" al tiempo que confirman que han pasado página totalmente. "Por nuestra parte, sin duda", sostienen. Pero sobrevuelan las dudas de si esta postura amigable es real dentro del Ejecutivo regional, donde siguen figurando nombres considerados casadistas.

La salida de Enrique López

A solo cuatro meses de la celebración de las elecciones autonómicas, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, ha decidido dejar de ser militante del PP. Una decisión que asegura ser totalmente "personal" al tiempo que ha evitado tanto confirmar como negar que tenga como motivación principal la posibilidad de que la presidenta de la Comunidad de Madrid no cuente con él de cara a la formación de un gobierno en la próxima legislatura. López ha dejado en manos de la lideresa su continuidad en el Ejecutivo mientras ha dejado la puerta abierta a volver a su asiento como magistrado de la Audiencia Nacional tras abandonar la formación. Ambas posibilidades han sido respaldadas por el Gobierno madrileño frente al halo de sospechas de una posible reacción en diferido por su apoyo a Casado.

Sobre esto, las mismas fuentes insisten en que es una decisión que ha tomado de motu proprio y apelan a su futuro en la justicia. "Parece que los magistrados no pueden estar afiliados", afirman al tiempo que recuerdan que puede continuar en el gobierno sin estar asociado a la agrupación, tal y como ha sostenido tras la explosión de esta noticia la propia presidenta madrileña. Eso sí, ponen el foco en su presencia en la formación liderada en Madrid. "Se afilió porque le nombraron algo en el PP que ya no es", manifiestan. Cabe recordar que López ha pasado de ser el hombre fuerte de Casado a número dos de Ayuso, quien le mantuvo como vicepresidente del Gobierno regional hasta la salida del exlíder. Entonces, la lideresa encumbró a Enrique Ossorio mientras Feijóo optó también por prescindir de él como vicesecretario de Política Institucional. Preguntados por si, después de los continuos mensajes en favor de su continuidad en un posible gobierno, fuentes cercanas insisten en esta posibilidad aunque apelan a los resultados en las urnas al tiempo que piden cautela. "Primero, ganar las elecciones", sostienen.

Génova "mira hacia delante"

Por su parte, desde el Partido Popular nacional aseguran que miran hacia delante y justifican estos mensajes. La secretaria general y portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, ha admitido que hace un año la formación vivió momentos "muy complicados" y una "profunda crisis", pero ha destacado que entonces tomaron decisiones "rápidas" para que hoy la formación sea "alternativa" con Alberto Nuñez Feijóo. "Fueron momentos muy complicados para todo el PP pero creo que hicimos lo que teníamos que hacer y, sobre todo, actuamos rápido y hoy los españoles tienen un partido que está centrado solo en sus problemas", ha declarado Gamarra este lunes en una entrevista en RNE en la que ha señalado que ya dieron "todas las explicaciones oportunas".

Una postura que también ha sostenido Borja Sémper, portavoz de campaña de la formación, quien ha negado también que el partido tenga animadversión sobre Casado. "No miramos con el retrovisor, sino en el presente y futuro", ha dicho sobre el PP, del que ha destacado que está "unido", tiene "ilusión" y "repercusión en las encuestas y en la calle". Según ha manifestado un rescatado Sémper en la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité de Dirección, "las puertas de esta sede siguen absolutamente abiertas a todos los militantes, especialmente a él que ha sido presidente". "Así lo afrontaremos en el futuro. Faltaría más", ha reiterado ante la insistencia de los periodistas sobre si contarán con él de cara a actos de campaña o en el futuro.