Isabel Díaz Ayuso ha defendido públicamente a su pareja, Alberto González Amador, afirmando que las acciones por las que se le investiga "no tienen nada que ver" con su gestión como presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, su discurso ha experimentado cambios notables a medida que avanzaba la investigación y se conocían nuevos detalles del caso. Si en un inicio culpaba al Gobierno de Pedro Sánchez de urdir una "persecución" contra su pareja, ahora ha modificado su posición para subrayar que no tiene ninguna responsabilidad en este asunto.
Un giro de estrategia sobre la que incidía este miércoles el secretario general del PSOE-M y ministro para la Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, alertando sobre los “chanchullos” del novio de Ayuso: “Cada vez hay más chanchullos que rodean a la señora Ayuso y yo la veo con la cabeza en otro sitio, con la cabeza en Génova y no en la Comunidad de Madrid. Le exijo que comparezca ante la Asamblea de Madrid y que explique cosas que sí que tienen que ver con su gestión. La señora Ayuso está escondida, no va a la Asamblea de Madrid. Ella que es tan favorable de los adjetivos grandilocuentes, eso sí que es propio de un parlamento norcoreano-bolivariano”.
Los delitos que enfrenta Alberto González Amador
González Amador se enfrenta a una cuádruple imputación, tras haberse ampliado la investigación en su contra con dos nuevos presuntos delitos: corrupción en los negocios y administración desleal. Estos se suman a los delitos iniciales de fraude fiscal y falsedad documental.
El caso comenzó en marzo de 2024, cuando la Fiscalía Provincial de Madrid lo denunció por defraudar 350.951 euros a Hacienda entre 2020 y 2021, empleando facturas falsas y empresas pantalla. En un primer intento de cerrar el caso, González Amador intentó pactar con la Fiscalía el pago de 491.000 euros y una pena de ocho meses de cárcel. Sin embargo, la jueza decidió investigar posibles delitos adicionales tras hallar indicios de corrupción en sus negocios.
Según la investigación, utilizó facturas falsas y empresas pantalla para reducir artificialmente su carga tributaria, cargando a su empresa Maxwell Cremona gastos personales como el alquiler de coches de lujo, reparaciones de un Porsche Panamera o la compra de un reloj Rolex.
Los giros del discurso de Ayuso para defender a su novio
A medida que la investigación avanzaba, la postura de Isabel Díaz Ayuso ha experimentado giros significativos. Al inicio, cuando se conoció la imputación por fraude fiscal, la presidenta madrileña aseguraba que todo respondía a una "manipulación de una inspección" orquestada por el Gobierno central para perjudicarla políticamente. En aquel momento, Ayuso defendía que su pareja no solo no había cometido fraude, sino que, por el contrario, la Agencia Tributaria le debía a él 600.000 euros en intereses.
El discurso de la presidenta cambió en marzo del pasado año, cuando se filtraron correos entre la defensa de González Amador y la Fiscalía, en los que su abogado proponía un pacto de conformidad. Ante esta nueva información, Ayuso evitó hacer comentarios durante unos días y, poco después, empezó a referirse a su pareja como "un particular", desvinculándose de la situación y alegando que no era su responsabilidad "como presidenta de la Comunidad de Madrid".
Durante meses, la dirigente del PP mantuvo esta línea argumental hasta que en febrero de este año González Amador se presentó por quinta vez en los juzgados de Plaza de Castilla tras haber aplazado cuatro citaciones previas, y decidió acogerse a su derecho a no declarar. Ayuso justificó esta decisión asegurando que su pareja no lo hizo porque no quisiera, sino porque "no puede". En un acto en Extremadura junto a María Guardiola, afirmó que "el embudo en el que le han metido hace imposible que pueda defenderse" y que su silencio respondía a una estrategia recomendada por sus abogados.
Ahora, con la ampliación de la investigación y la imputación de nuevos delitos, Ayuso ha dado un giro más a su discurso, asegurando que este caso "no tiene nada que ver" con su gestión en la Comunidad de Madrid y que ella no tiene "ninguna responsabilidad".
Dada la relevancia de este caso, queremos conocer la opinión de los ciudadanos sobre la posible implicación de Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña ha variado su discurso a medida que la investigación sobre su pareja ha ido sumando nuevos delitos, pasando de denunciar una persecución política a desmarcarse del caso y afirmar que "no tiene nada que ver" con su gestión. Mientras la justicia sigue su curso, el debate está servido: ¿estaba al tanto de las presuntas irregularidades de su pareja o es una víctima colateral de este escándalo? Queremos conocer tu opinión.
