Es difícil estar en Madrid estos días, pero se torna más complicado si las piscinas municipales están cerradas mientras los termómetros rozan los 40 grados a la sombra. En la capital hay 22 piscinas municipales, sin embargo, muchas de ellas están desaprovechadas cuando más falta hacen y algunas lo estarán durante todo el verano debido a la planificación del Ayuntamiento.

Eso, pese a que Madrid inició su campaña de verano el pasado 15 de mayo coincidiendo con las fiestas de San Isidro. El resultado, sin embargo, es que tres semanas después el área de Deportes ha confirmado que finalmente tres estarán cerradas durante los meses estivales por encontrarse en obras.

Enfado de los vecinos: “Es un despropósito”

El Consistorio tiene una explicación para este hecho, que tiene que ver con los Presupuestos. Como las cuentas públicas se aprobaron en diciembre y estos procesos duran “seis o siete meses” las obras se extienden durante el verano. La justificación es insuficiente, sin embargo, para los vecinos. “¿No había otro momento para hacer obras?”, pregunta de manera irónica en una conversación con ElPlural.com Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación de Vecinos El Organillo de Chamberí. “Parece más una cuestión ideológica. No sabemos si lo hacen para que la gente esté en los bares, pero esto es un castigo, parece odio al ciudadano. No puede ser que sean tan inútiles”, lamenta.

Por esa zona los vecinos pueden disfrutar -aunque todavía no- de una piscina en Canal propiedad de la Comunidad de Madrid, y es que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso tiene competencias sobre cuatro piscinas públicas en la capital que, a priori, tampoco abren sus puertas hasta finales de junio: “Es un despropósito”.

Sobre este hecho ponen el foco también otras asociaciones vecinales como la de Retiro Norte, quien asegura que Ayuso les deja sin la única piscina del distrito, la M86. Las instituciones, dice, son “tan sinvergüenzas que no dan explicaciones públicas de cuando abrirán y el porqué del retraso”.

 

Privatización de Almeida

“Y encima le están dando toda la gestión a lo privado”, subraya Rodríguez refiriéndose la piscina del Parque Móvil. Este ejemplo es muy llamativo en lo que a gestión municipal se refiere, no solamente respecto de las piscinas, ya que los vecinos de Chamberí mantienen una guerra abierta con el alcalde después de que el equipo de este anunciara que se iba a suprimir la cancha en la que estudiantes y deportistas podían practicar deportes -una sala multiusos, vaya- por un gimnasio con tres salas para la musculación. Todo ello tras anunciar la concesión para su explotación durante cinco años a una empresa privada.

Otro caso similar es el de las piscinas de la cadena de gimnasios GO fit, que sobre el papel es de gestión semipública, pero en la práctica, cuenta Rodríguez, es “privada”. Además, tiene una lista de espera de un año y medio para hacerse socio. “Luego a veces con un carné municipal no puedes entrar en las piscinas… Estamos muy descontentos”. 

Para colmo del vecindario, el Ayuntamiento “tiene los parques cerrados”. Nuevamente y en concreto algunos infantiles de Chamberí donde las obras, a pesar de estar acabadas, mantienen los espacios con el candado echado; pero también otros como el mismísimo Retiro.

Mismo procedimiento que en pandemia (y poco intuituvo)

El caos resultante culmina con el sistema de compra de entradas que el portal municipal ha colgado de su página web, muy poco intuitivo la primera vez que se utiliza, y al que “no todo el mundo puede acceder”. Más allá de que la tecnología no se encuentra al alcance de cualquier persona y de que la medida ya no es necesaria dado que es la que se llevaba en los veranos más complicados de la pandemia, la aplicación resulta complicada. De hecho, el propio Ayuntamiento tiene colgados 13 carteles en su página web. Así las cosas, el sistema contempla que el 95% se los tickets se adquiera de forma telemática a través de la app o del sitio web de deportes municipal y el 5% restante se reserva para las personas mayores, que podrán conseguirlos en taquilla.

Instrucciones para conseguir entradas a piscina en Madrid

Es más, el proceso funciona de manera similar al existente durante las épocas estivales anteriores, cuando la normativa covid era más exigente. Cuenta con dos turnos, como por aquel entonces, y las ventas arrancan vía online a las 9.00 y a las 15.00 horas respectivamente. El sistema parece ideado para comprar tickets dos días antes -sobre todo, si se quiere ir el fin de semana-, ya que se colapsa con facilidad. En otras palabras, es posible que a algún lector le cueste menos conseguir entrada para su grupo internacional favorito o el estreno de una película muy demandada por los más cinéfilos.

Críticas de la oposición

El enfado no llega solamente a los vecinos, también desde la oposición hacia quien corresponda, Ayuso en el caso de la Asamblea, Almeida en el del Ayuntamiento. Una de las más críticas ha sido la portavoz de Más Madrid, Mónica García, quien ha vuelto a pedir a la lideresa popular en el último debate en la Cámara madrileña que abra las piscinas. Anteriormente, a razón de un reportaje de El País, la política conservadora también se refería a ello.

“Nos estamos cociendo, literalmente, y el gobierno de la Comunidad de Madrid, una vez más, nos deja abandonados. Cuando más lo necesitamos, siempre nos deja tirados”, señalaba mientras hablaba de otros hechos históricos que han tenido una gestión cuanto menos cuestionable, como el temporal de Filomena o la propia pandemia.

Inactividad y negacionismo: la fórmula de Ayuso

La inactividad, en este caso de la presidenta regional para con la ola de calor va más allá de las piscinas. Así las cosas, la Comunidad no ha hecho nada más allá de enviar un protocolo a los ciudadanos, pese a que desde la oposición se han presentado varias propuestas para, por ejemplo, aclimatar las aulas de los centros educativos, una cuestión que ha costado también al gobierno regional el reproche de las asociaciones de padres.

Pero no es solo que la formación conservadora vote junto a Vox en contra de las ideas para sofocar las temperaturas extremas, es que ha llegado, en la línea de la extrema derecha, a negar el cambio climático. Así se ha pronunciado el nuevo portavoz de la presidenta, Pedro Muñoz Abrines, quien asegura que es “de lo más natural” que haga calor en junio y julio, y achaca a la oposición "crear un escándalo” aprovechando la situación.