La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se pronuncia por primera vez tras pasar un fin de semana en el chalet que el Gobierno regional adquirió en el año 2023 por 4,3 millones de euros. A preguntas de los periodistas durante un acto en las instalaciones deportivas del Canal de Isabel II, la jefa del Ejecutivo autonómico optó por colgarse el papel de víctima para disipar la presión sobre este asunto, pese a las contradicciones con sus discursos contra Pedro Sánchez por sus “palacetes”. “Es así como funciona una dictadura comunista”, asegura al mismo tiempo que lamenta que “se intenta de manera chavista desprestigiar a la gente”.
Ayuso ha aprovechado para cargar contra el presidente del Gobierno por el uso de las fincas, que a diferencia de su chalet son propiedades del Estado, a pesar de que ella no informó de su estancia en el chalet la pasada semana. Aun con todo, la presidenta madrileña justifica que es ella quién se “paga” las vacaciones, incluyendo sus billetes de avión y restaurantes. “¿Puede el presidente del Gobierno decir lo mismo? Y me pago mi casa […] Si voy a unas instalaciones públicas, malo; si vivo con mi pareja, malo; si me pago un hotel con mi propio dinero para gestionar la pandemia, malo, porque quieren acabar conmigo en lo personal. Y si me fuera debajo de un puente, le buscarían la trama al terreno del puente y buscarían a ver si el terreno, el propietario y no sé dónde”, agregó la baronesa conservadora.
Para aportar sus explicaciones sobre la finca con piscina de Rascafría ha recurrido al comodín Sánchez, pasando por su familia, los “cuatro palacios” del presidente y los recientes casos de corrupción destapados en el PSOE. Justificó que ella se llevó la comida de casa, cenó en un restaurante del pueblo y compró en el “Covirán”. “Por cierto, un personal excepcional”, aportaba.
Movimientos en la oposición
Los grupos de izquierdas en la Asamblea de Madrid han aprovechado el momento para mover ficha y exigir a Ayuso que dé explicaciones sobre su fin de semana este lunes. En primer término, fue el Partido Socialista el que dio el primer golpe al instar a la jefa del Ejecutivo regional a que aportara todos los detalles sobre su fin de semana en el chalet, incluyendo los miembros de su familia que la acompañaron en vacaciones. Pero sobre todo, incidieron en la presencia de Alberto González Amador, su pareja actual. “No vaya a ser que en estos momentos nos estemos encontrando con que, aparte de tener que estar pagando a través de diversos contratos de su pareja, le estemos pagando también unos fines de semana en instalaciones de la Comunidad de Madrid”, se quejaba la secretaria de Organización del PSOE-M, Pilar Sánchez Acera.
La socialista, además, aclaró que, en caso de que González Amador hubiese acompañado a Ayuso en el chalet propiedad de Madrid, existiría un conflicto de intereses. Sostiene que, de este modo, redundaría en las dudas razonables sobre quién ha pagado el ático en el que vive la pareja y el proceso que tiene abierto en los juzgados por presunto fraude fiscal de más de 350.000 euros. Por su parte, la portavoz del PSOE-M en la Asamblea, Mar Espinar, reclamó al consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, un permiso para visitar el chalé.
Más Madrid también carga contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, además de presentar este lunes una proposición de ley para cambiar el artículo 18 de la Ley 3/2001, de 21 de junio, que prohibiría el uso privado del patrimonio regional. Su portavoz parlamentaria, Manuela Bergerot, precisan que “la política debe ser sinónimo de servicio público y no de privilegio”.
Al margen, la presidenta de la Comunidad de Madrid no ve equiparable “el Falcon, los viajes a República Dominicana y los cuatro palacios” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con ir a Rascafría “con su tupper” y comprar “en el Supermercado Covirán con sus medios”.