Se cumple un año de la histórica nevada que acaparó la atención de prácticamente toda España, especialmente de lugares que no suelen ver la nieve, al menos de una forma tan contundente. Uno de los ejemplos más claros es Madrid, donde se pudieron ver imágenes inéditas en las principales vías de la ciudad: gente esquiando por Gran Vía, jugando con la nieve en la plaza de Callao y un largo etcétera.

Sin embargo, el fenómeno dejó paralizada buena parte de la actividad económica y causó daños y deterioros en barrios y parques. El Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida pidió entonces al Gobierno central una ayuda de casi 1.400 millones de euros para sofocar las pérdidas y solicitó a Moncloa que declarase Madrid como zona catastrófica.

Una de las consecuencias más repetidas por el temporal fue la caída de árboles. Filomena arrasó alrededor de 100.000 en toda la ciudad y a día de hoy se han repuesto, aproximadamente, uno de cada cinco.

El plan de Almeida, insuficiente

Desde la oposición critican que el gobierno de PP y Ciudadanos no dispone de un plan de reforestación. Así se lo hace saber a ElPlural.com José Luis Nieto, concejal de Más Madrid y portavoz adjunto de Comisiones de Medio Ambiente y de Urbanismo.

El también coportavoz de Verdes Equo Madrid demanda, junto a su grupo municipal “un plan extraordinario –que se aprobó en febrero- para la recuperación del arbolado perdido o dañado por Filomena”. Nieto asegura que ese plan no se ha llevado a cabo y que el que promete el Ayuntamiento no guarda una relación estrictamente directa con el temporal.

“Los 100.000 árboles no son para reparar los que se perdieron. Hay que contemplar 60.000 árboles para plantaciones en descampados o 5.000 de la campaña ordinaria de plantaciones que se hace todos los años”, cuenta.

Por lo tanto, dice: “Esto son actuaciones que ya se vienen realizando desde hace años”. “El plan va a servir para reparar unos 17.000 de los 94.000, pero el resto de árboles se iban a plantar sí o sí”, relata a la vez que lamenta la gestión popular.

“Se ha aprobado un presupuesto de 5.600 millones de euros para 2022. Por lo tanto dinero hay, otra cosa es dónde te lo quieras gastar”, concluye.

 

Un problema “absoluto” de gestión

Por su parte, la portavoz municipal del PSOE, Mar Espinar, afea en declaraciones a este medio que Almeida está ocupado en criticar "sin sentido constantemente al Gobierno de la nación y a las luchas internas de su partido”. Asegura que “no estuvo cuando todos los servicios meteorológicos avisaron de que venía una nevada histórica, ni cuando tuvo que gestionar esa nevada, ni para tramitar los informes preliminares para pedir las ayudas, ni siquiera para adjuntar las facturas a la tramitación final de las ayudas”.

Lo cierto es que el PP de Madrid lamenta siempre la falta de ayudas por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, pero Espinar, en la línea de Nieto, añade que se trata de un problema “absolutamente” de gestión.

“El gobierno de Almeida ha gozado de los mayores presupuestos con las mayores ayudas por parte del Gobierno central que ningún otro Gobierno de este Ayuntamiento. No tienen techo de gasto, han tenido los fondos europeos, ha incrementado en un 20% el presupuesto de este año del Ayuntamiento a través del Estado... Madrid tiene más dinero que nunca, el problema es que es una falta de interés y de gestión que clama al cielo ya”, mantiene la responsable socialista.

El Ayuntamiento pidió ayudas difíciles de justificar

Tal y como recogían entonces este y otros medios, el coste de la  inyección que pedía el ejecutivo municipal superaba el de los daños que provocó el temporal Gloria, la inundación de Sant Antoni o el terremoto de Lorca. Para ello el alcalde madrileño incluyó en la declaración de zona castastrófica las consecuencias económicas que habían sufrido la hostelería y el comercio, valorando estas en 998 millones de euros -cantidad que después rebajaría a 279 millones- y convirtiéndola en la más cuantiosa de todas las peticiones.  

De esta manera, tampoco salían las cuentas relativas a la petición de Almeida sobre los negocios –las pérdidas recogidas por el edil serían de unos 300 millones de euros, lo que anualmente ascenderían a 121.000 millones-. Si se trata de porcentajes esta cantidad supondría un 10% del PIB español, cuando todo el sector comercial y hostelero en España representa cada año el 13% del mismo.