La Comunidad de Madrid lleva 20 días ocultando los positivos reales por autodiagnóstico al Ministerio de Sanidad, pese a que el acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado 30 de diciembre obliga a los gobiernos regionales a informar de todos los casos, incluso los sospechosos.

El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso no está notificando los positivos de los test de antígenos que se hacen los ciudadanos en sus casas, porque los considera como sospechosos, a la espera de que un médico pueda confirmar el contagio real.

Para la Comunidad de Madrid cualquier ciudadano que llama para avisar de su resultado positivo en los test rápidos que se pueden adquirir en las farmacias, son casos sospechosos, salvo para cuando pueden tramitar la baja laboral para los siete días siguientes.

El Gobierno de Ayuso ha sido una de las primeras comunidades en apostar por la baja laboral simultánea para las personas que quieran obtener la baja laboral tras un primer resultado positivo. Algo con lo que pretenden descongestionar la Atención Primaria, pero que, en el caso de no tener una segunda prueba, en este caso, PCR, que confirme el contagio, no sería contada como caso real en el informe remitido a Sanidad.

Una información que no aporta la Consejería de Sanidad madrileña pero que está recogida en el acuerdo del pasado 30 de diciembre en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En dicha reunión de los departamentos sanitarios regionales y el central, se obligaba a todas las comunidades a considerar los positivos por autotest como un contagio más en el sistema de vigilancia. Algo que debe ser notificado a Sanidad.

Ese nuevo protocolo obliga a las comunidades a recoger los datos de las pruebas diagnósticas que permitan el seguimiento epidemiológico. Una decisión que no cumple la Comunidad de Madrid y que, según han señalado fuentes de Sanidad a la Cadena SER, deben hacer: "Los acuerdos están para cumplirlos".