Que el ambiente iba a ser crispado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de este martes se daba por sentado. El principal punto del día, retirada la nueva financiación autonómica, era la condonación de la deuda de las comunidades autónomas y, pese a beneficiar a todas, desde la dirección del Partido Popular (PP) ya habían ordenado a todos sus barones autonómicos posicionarse en contra. Sin embargo, algo menos esperable era que los consejeros de Hacienda de cada territorio ni siquiera se quedasen a la reunión y, al poco de comenzar, se levantasen y se fuesen
La fuga, capitaneada por la Comunidad de Madrid, dejó la imagen de los 14 consejeros del PP de pie en la escalinata de Ministerio de Hacienda, en una especie de performance en la que ninguno llegaba a atreverse a decir directamente que rechazaría la quita de la deuda si esta fuese aprobada en el Congreso de los Diputados. Entre tanto consejero sin reunión tras la espantada, Rocío Albert, la representante del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, se erigió como portavoz de los territorios desvalidos a los que quieren quitarles deudas.
“Las deudas no se perdonan, se pagan”, ha defendido la consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, que aseguraba que solo habían recibido “cuestiones parciales que benefician a los independentistas catalanes y perjudican al resto de comunidades autónomas”, pese a que al territorio al que ella representa se le condonarían más de 8.000 millones de euros. Asimismo, trasladaba que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere usar a las autonomías de “comparsa” al perdonarles más de 83.000 millones de euros.
“Lo que necesitamos no es un modelo de condonación, sino un nuevo sistema de financiación autonómica. Han tenido tiempo suficiente para hacer una nueva propuesta y nos han presentado ni un borrador”, zanjaba desde la escalinata del Ministerio. Posteriormente, ha ampliado el ataque en sus redes sociales. “Montero miente para justificar los pactos de Sánchez con los independentistas, de los que antes renegaba”, ha señalado Albert, anticipando que no contará con la “gran mayoría de las CCAA y las dos ciudades autónomas” para sus “chanchullos”.
A más, la consejera madrileña introducía en el discurso antiimpositivo de su jefa de Gobierno, defensora de bajadas masivas de impuestos para las rentas más altas. “Como consecuencia del incrementos billonarios de la deuda sufrimos más incrementos de impuestos, pero los ciudadanos no experimentan una mejoría de su situación”, espetaba. Horas antes, Ayuso ya había marcado el camino: “Sánchez no busca una condonación sino un reparto de la deuda entre todos los españoles para pagar sus elecciones en Cataluña”.
“No soportan que Madrid sea la plaza internacional que es hoy, por méritos propios”, añadía la presidenta autonómica, asumiendo una especie de papel de víctima con el que pretende hacer creer que todo el mundo va contra la capital, el territorio más damnificado del país a ojos de Ayuso. Madrid es “la que airea sus chapuzas y frena su proyecto espurio contra España entera”, asegura la baronesa del PP, que ha garantizado que darán “todas las batallas”.