Afirma que sólo sabe de las amenazas de expediente o expulsión de la directiva de Ciudadanos por la prensa, pero el procurador naranja en Castilla y León, Francisco Igea, destaca que no le sorprende, porque no es la primera vez que se intenta forzar su silencio, algo a lo que no está dispuesto, como no está dispuesto a abandonar su lucha por la transparencia y la libertad de opinión, sobre la que pide el pronunciamiento del Partido Liberal Europeo.

El único parlamentario autonómico de Ciudadanos en el país fue requerido, explica, para que no hablara con la prensa, pero piensa seguir haciéndolo, y ha reclamado por escrito al Comité de Garantías que no se nombre a los miembros de un Comité Económico para que aprueben las cuentas del partido, sino que se facilite la información a todos, pero, al momento, afirma “me temo lo peor: que no vamos a saber el dinero que queda ni cómo se gasta”.

Igea reconoce que se le ha pedido el acta, y su respuesta ha sido que se la pidan en público. “Si unos señores que han conseguido un 1,2% de votos exigen el acta a quien consiguió un 7% en la provincia de Valladolid, habrá que sentarse a explicárselo a los ciudadanos”, que, en su opinión, con sus votos, son quienes dan la legitimidad.

“No voy a renunciar”

No voy a renunciar a mi obligación de representar a quienes me votaron”, afirma, aunque reconoce que “nunca he tenido una vida cómoda en el partido”, y añade, socarrón: “Digo yo que seguirán queriendo tener al único procurador que les queda del último ciclo político, pero quizás no, nadie lo sabe”.

En ese sentido, a la espera de que se le comunique oficialmente cualquier decisión por parte de la dirección, bromea con el hecho de no tener ninguna duda acerca de quién se frotaría las manos en Castilla y León si se le expulsara. “Espero que no se cometa ese error”, dice.

Recuerda que hace cuatro años tuvo que presentarse a unas primarias contra su partido, que también hace cuatro años “alguien intentó darme un pucherazo y alguien me llevó al juzgado”, señala, “y yo sigo aquí, porque creo en lo que hago y soy un convencido de la importancia de la vida política, aunque la vida interna de los partidos es agotadora”.

Responsabilidades

Igea entiende que no ha faltado el respeto a nadie, ni ha ido nunca contra los principios de Ciudadanos, pero considera que quienes, en las elecciones del 28M, sólo han alcanzado un exiguo 2% de apoyo ciudadano en una comunidad autónoma en toda España y un aún menor porcentaje de votos en el resto, deberían asumir alguna responsabilidad.

“Es sorprendente”, comenta, “que las decisiones de personas del partido siempre hayan beneficiado directa o indirectamente al Partido Popular, pero yo quiero un partido activo, que se distinga del PP, del PSOE y luche contra el populismo, porque si un partido renuncia a las elecciones y no sirve a la sociedad, es un objeto inútil”.

“Me mantengo”, concluye, “en que debería de haberse consultado a los militantes y retirarse si no se es capaz de llevar al partido a unas elecciones, pero mis propuestas en la reunión del Comité Nacional al que se me invitó no se quisieron debatir”.