Los distintos grupos parlamentarios presentaban este miércoles numerosas propuestas sobre financiación local, listas de espera en la atención sanitaria, regadíos y otros asuntos de interés para la comunidad autónoma en el Pleno que se celebraba en las Cortes de Castilla y León, pero a Vox solo le interesaba, una vez más, el desgaste del Gobierno de Pedro Sánchez.
Con ese objetivo ha presentado el exvicepresidente Juan García-Gallardo una proposición no de ley que reclama la dimisión del gobierno “en bloque” y la convocatoria de nuevas elecciones, propuesta que ha sacado adelante con el inestimable apoyo del Partido Popular de Alfonso Fernández Mañueco, a quien, sin embargo, achacaba con palabras no poco gruesas en la sesión del día anterior su connivencia con los socialistas.
“Urgencia nacional”
Fiel a su gusto por la sobreactuación, Gallardo ha conseguido de nuevo levantar de su asiento al Grupo de Luis Tudanca en protesta por los insultos (“banda criminal”, “gobierno más corrupto de la historia”) y la apología franquista lanzados desde el atril por el de extrema derecha.
Gallardo ha calificado de “urgencia nacional” la convocatoria de nuevas elecciones y ha reclamado que el PSOE “saque sus sucias manos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil y deje trabajar a los jueces y a la oposición, que le vamos a hacer frente en las instituciones, en los parlamentos, en los juzgados y en las calles”.
Respondió por los socialistas el procurador Jesús Guerrero, que denominó a los de Abascal “carcas y reaccionarios” y afirmó que Vox odia al PSOE porque de las diecinueve elecciones celebradas en España ha ganado once. “Por eso nos odian, porque les da una rabia enorme”.
Gallardo fue más allá en su segunda intervención, durante la que afirmó que la “historia criminal” del PSOE “solo se vio interrumpida durante los treinta y seis años en los que ustedes no pudieron robar; adivine usted qué años fueron esos”, deslizó.
Pollán se niega a retirar los insultos de Gallardo del diario de sesiones
La secretaria general del PSOE en la Cámara, Rosa Rubio, tomó la palabra mencionando el artículo 76.3 del Reglamento (“Cuando la alusión afecte al decoro o dignidad de un grupo parlamentario, el presidente podrá conceder a un representante de aquel el uso de la palabra...") reclamando al presidente, el también ultra Carlos Pollán que se retiraran del diario de sesiones las “palabras infames” de Gallardo, algo a lo que Pollán se negó.
El presidente de la Cámara llamó en dos ocasiones al orden a los procuradores del PSOE y defendió que retirar los insultos supondría “hurtar a los ciudadanos” la literalidad de lo que se dice, de lo que, añadió “cada uno es responsable”.
Pablo Fernández: “Es gravísimo lo que ha pasado hoy aquí”
Al incendio se sumó el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Fernández, que mostró en los pasillos su indignación por “los insultos, las ofensas, insidias y falacias” contra socialistas y comunistas y, “lo que es más grave”, dijo, “la apología de la dictadura” exigiendo al presidente que “pare esta situación” y deje de permitir discursos antidemocráticos y contra la ley de memoria democrática, lo que convierte al Parlamento en “un vertedero y un espacio de odio”.
Fernández anunció la presentación de un escrito a la Presidencia de las Cortes, entendiendo que “es gravísimo lo que ha pasado hoy aquí” a pesar de, subrayó, “dos años en los que uno ya está acostumbrado a escuchar todo tipo de barbaridades”.