La educación está en pie de guerra en Galicia por la gestión llevada a cabo por la Xunta. Desde ayer por la tarde hasta media mañana de hoy diferentes centros repartidos por toda la región han sido escenario de encierros por parte de profesores.

En las cuatro provincias gallegas, centenares de docentes han pasado la noche en señal de protesta y con el objetivo de "visibilizar el conflicto laboral y social" que, en la actualidad, padece el profesorado en Galicia.

Los colegios e institutos cuyos profesores se han sumado a la protesta son el CEIP Alborada de A Coruña; el IES Lucus Augusti de Lugo; el CEIP Amadeo Rodríguez Barroso de Ourense; el IES de Canido de Ferrol; el CEIP Reibón de Moaña y el IES Valle Inclán, ubicado en Pontevedra.

Precisamente, al hilo de esto, el director de este último instituto situado junto al ayuntamiento de la capital de las Rías Baixas, insistió ante los medios de comunicación en que "la actividad lectiva sigue funcionando" y que "ya se comunicó con Inspección Educativa”, aunque ayer por la tarde seguían esperando “su respuesta".

Tal y como han indicado los convocantes, la causa de esta movilización en forma de cierre es reivindicar la reducción del horario lectivo, un incremento del profesorado, de la atención a las necesidades especiales y la reducción de las ratios.

En este sentido, Maite Ferreira, docente del citado IES Valle Inclán de Pontevedra, ha señalado que en definitiva, lo que persiguen estos profesionales no es otra cosa que “recuperar la situación que tenían los docentes y que se fueron deteriorando con el Gobierno PP". Este 'recuperar' se refiere no solo a cuestiones relacionadas con los derechos laborales, "sino sobre todo a mejoras para la enseñanza pública".

Desde otro de los centros adheridos a la protesta, el coruñés CEIP Alborada, el sindicato STEG ha detallado en un comunicado que el grupo de sexto de Educación Infantil este curso superan la ratio legal de 25 niños por aula.

El "suspenso" de la Xunta de Galicia

Cabe subrayar que este martes, coincidiendo con la primera jornada de huelga, centenares de profesores recorrieron varias calles de Santiago de Compostela y han rodeado la sede de la Xunta para pedir "un giro" en sus políticas educativas. Portando calabazas, con el fin de simbolizar el "suspenso" del ejecutivo que preside el 'popular' Alfonso Rueda en materia educativa, y con silbatos y cacerolas los docentes han denunciado su "hartazgo". Este mismo miércoles, de nuevo, profesores y progenitores, han vuelto visibilizar la protesta en la capital gallega.

En palabras de la secretaria nacional de la CIG-Ensino, Laura Arroxo, no se trata de ya de un tema de “derechos, sino de dignidad", al tiempo que ha instado a la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades e FP a "ponerse del lado del profesorado y dejar de invertir en empresas privadas e invertir en lo público".

Hoy mismo, desde otro de los centros, el IES Valle Inclán de Pontevedra, estaba prevista una marcha hasta la delegación de Educación de la Xunta en la ciudad como punto y final a esta jornada de protestas.

Arroxo ha aclarado que “queremos una enseñanza pública viva, de calidad, en gallego e integradora", ha insistido Arroxo, mientras que la secretaria de Acción Sindical del STEG, Comba Campoy, no ha dudado a la hora de describir que "el profesorado está harto y no queda otro camino que salir a las calles hasta que el señor Román Rodríguez – titular de la Consellería- se digne a atenderlos".

A modo de balance hay que señalar que la movilización iniciada ayer martes y que ha continuado durante esta mañan ha contado con el apoyo de las direcciones de más de 70 centros educativos, justificando su decisión puesto que conocen "de primera mano" lo que describen como "creciente sobrecarga administrativa, la falta de medios humanos y materiales, y la precarización de las condiciones de trabajo del profesorado y del personal no docente”.