Desde que es el líder del PP pontevedrés Rafael Domínguez (en realidad es el número dos, pero ejerce como tal) no desaprovecha la ocasión para tratar de lanzar una frase en forma de afirmación o negación, una propuesta con tinte populista o no, o una idea más o menos deslumbrante que le otorgue un titular en los medios locales y regionales. Esto, precisamente, provoca que, en más de una ocasión, algunas de las acciones interesantes que pueda proponer como portavoz de su partido en el Ayuntamiento de la capital o vicepresidente de la Diputación, se pierdan entre declaración y declaración.
Si a esto se le suma la directriz marcada desde la calle Génova de Madrid en relación con el genocidio de Gaza y la constante batalla dialéctica que Domínguez mantiene con el alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores, entonces era de esperar lo ocurrido en el último pleno celebrado en la ciudad del Lérez.
Concediendo el titular al portavoz de los 'populares', este reclamó a la Fiscalía que investigue si se ha producido un “delito de odio” con la última decisión adoptada en el Concello con el visto bueno del Bloque Nacionalista Galego y el Partido Socialista.
Tanto BNG como PSdeG dieron en el plenario de este lunes luz verde a una moción en la que se declara la condena expresa al genocidio que está provocando el Gobierno de Israel en la Franja de Gaza.
Aunque el PP, con Domíguez al frente, tampoco iba a apoyar esta declaración por contener la palabra genocidio, la segunda parte de la moción es la que generó la respuesta airada. En concreto, además de la condena, la propuesta también incluyó que la ciudad de Pontevedra deje de acoger eventos en los que participen entidades que representan al Estado de Israel.
El texto presentado en el pleno recogía que no se acoja “ningún evento de carácter deportivo, cultural o de otra índole en el que participen entidades que representen al Estado de Israel o sean financiados por él, así como aquellas que contribuyan a promocionar el genocidio que están cometiendo sobre el pueblo palestino”.
A lo anterior se añadían aquellas personas que de una u otra manera “promocionen o blanqueen” el genocidio, incorporando la petición al Comité Olímpico Internacional de que excluya a Israel de sus competiciones, “como se hizo con Rusia tras la invasión de Ucrania”.
Si el debate de hoy en el Parlamento autonómico fue intenso ante la negativa a aceptar la celebración de un minuto de silencio por lo que acontece en Gaza, el plenario pontevedrés de ayer fue el prólogo perfecto.
Se repitieron los cruces de acusaciones entre el portavoz del PP, Rafael Domínguez, y los del Bloque, Eva Vilaverde, y el PSOE, Iván Puentes, quien llegó a denunciar la actitud “inhumana y cruel” de los 'populares'.
Por su parte, Domínguez, tras asegurar que “hoy -por ayer- es un día triste para Pontevedra”, calificó la medida aprobada por los 14 votos de BNG y PSdeG frente a los 11 del PP de “ilegal y xenófoba”. A continuación reclamó la entrada en escena de la Unidad Especializada de Delitos de Odio, por una medidas que solo conlleva “odio por el mero hecho de ser israelí”.
No es la primera vez que portavoz 'popular' se sirve de frases grandilocuentes en su batalla dialéctica con el alcalde pontevedrés. Ha recurrido a ellas en numerosas ocasiones, por temas de lo más variado como el conflicto en torno a la fábrica de celulosa situada en plena ría, la defensa de las corridas de toros o, en los últimos meses, la inseguridad en las calles.
El PP de Pontevedra, más de una vez en los papeles
No es sencillo el papel del PP de Pontevedra. En la historia de la política actual, en el marco de las situaciones de corrupción o actividades sospechosas que ya han sido juzgadas o que están a punto de pasar por el tamiz de los tribunales, la delegación de las Rías Baixas de la formación aparece retratado en algunos de los más sonados. No en vano, de él han salido destacados nombres condenados en proceso judiciales tan conocidos como Gürtel, Pokémon o Patos, casos que, además, se bifurcan en otras causas.
La fuerza de los 'populares' pontevedreses en Galicia es grande, con el actual presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, natural de la capital provincial, o el líder a nivel nacional, Alberto Núñez Feijóo, que aun siendo natural de la localidad ourensana de Os Peares, su residencia la tiene marcada en Vigo, como la del resto de su familia.
A lo anterior hay que sumar el hecho de que Mariano Rajoy presume de pontevedrés y ha habido veranos y períodos vacacionales en los que se decía que Pontevedra se convertía en la Moncloa, por la cantidad de ministros y altos cargos que se daban cita en la ciudad.
A pesar de ello, y aunque en los primeros lustros de la democracia primero AP y luego PP (que sucedieron a UCD) gobernaron el municipio, la llegada del nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores propició un cambio en la alcaldía que se mantiene desde 1999.
En este marco, desde que Domínguez es el portavoz 'popular' en el concello de la capital provincial, son constantes sus acciones rimbombantes con el objetivo de desbancar al regidor del BNG; sin ir más lejos, la Diputación, órgano que esta legislatura ha recuperado el PP y de la que Rafael Domínguez es vicepresidente, preparó una gran fiesta “para las familias” hace dos fines de semana con “el hinchable más grande de España”.