“La decisión de implantar una fábrica de fibras téxtiles no responde a un plan territorial o a un plan industrial que hayan sido avalados ambientalmente”. De esta manera tan contundente comienzan las conclusiones del informe elaborado por el Consello da Cultura Galega sobre la implantación de una macrocelulosa de la compañía Altri en el municipio lucense de Palas de Rei.
Este proyecto cuenta con el visto bueno y el respaldo directo del Gobierno de la Xunta que preside Alfonso Rueda, desde el que en las últimas horas ha arremetido al no incluir Moncloa la implantación de esta factoría como una de las iniciativas a subvencionar con ayudas europeas, requisito impuesto por la compañía para poder llevarlo a cabo.
Uno de los aspectos en los que basa el apoyo del Ejecutivo gallego tiene que ver con la presunta riqueza que esta macrocelulosa generará en la zona y, en general, en la comunidad autónoma. Precisamente, en su declaración como Proyecto Industrial Estratégico por parte de la Xunta muchos observaron una especie de escudo ante las posibles controversias que podría generar la factoría, en particular las relacionadas con el medio ambiente.
El informe del Consello da Cultura Galega también se pronuncia sobre este apartado económico. En concreto, indica que la justificación de su designación como Industrial Estratégico se agarra a cuestiones de carácter económico que, sin embargo, tras el análisis realizado "a partir de los datos del expediente no concuerda con lo anunciado por los promotores".
Esto es así, entre otras cosas, porque el número de empleos directos que se crean en esta primera fase “se estiman entre 161 e 281", es decir, "la mitad de los anunciados” tanto por la multinacional portuguesa como por la adminstración regional. A esto, el estudio también cita que los “impactos indirectos solo serían para empresas situadas fuera de Galicia”. Ante esto, subraya el informe, “el proyecto tendría un impacto muy reducido en la economía gallega", que sitúa en "0,30 euros por euro producido” y, en ese cálculo, únicamente el 25% se produciría en las zonas de influencia.
Otro de los elementos sobre los que llaman la atención los autores es que el impacto socioeconómico sobre el Altri y Xunta justifican la necesidad de la macrocelulosa y que fue presentado por la compañía solo se refiere al lustro 2025-2030, sin ofrecer detalles "relativos a los compromisos, plazos, o financiación referidos a la segunda fase de la implantación de la industria”.
Los análisis realizados llevan al Consello a posicionarse contra un proyecto que "produciría una grave fractura en el territorio", en el que, además, "introduce un elevado grado de incertidumbre sobre la evolución futura y la viabilidad de la recomposición del contexto social y territorial”.
El estudio, titulado Informe sobre o proxecto para a implantación dunha industria de fibra téxtil a base de celulosa e as súas infraestruturas asociadas, ha sido elaborado por una decena de expertos de diferentes ámbitos reunidos por el Consello.
Ayer mismo, tal vez ante la presentación hoy de este análisis, la Xunta de Galicia a través de la Axencia Galega da Industria Forestal hizo público otro informe en el que considera que las reservas actuales de producción de eucalipto en la región son suficientes para satisfacer las necesidades de Altri.
En el mismo se recoge que la factoría producirá anualmente cerca de 400.000 toneladas de pasta de celulosa, 200.000 toneladas de lyocell y 31.500 toneladas de biomasa. Para ello necesitará alrededor de 1,2 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto por año. La conclusión de la Axencia Galega es que esas necesidades están cubiertas en la actualidad ya que Galicia produce una media de 5,8 millones de metros cúbicos y algo menos de la mitad es de consumo interno, incluyendo los 1,5 millones de metros cúbicos que utiliza Ence para fabricar pasta de papel. El resto se exporta, de ahí el visto bueno desde este punto de vista por parte de la Xunta.
No obstante, el análisis del Consello da Cultura Galega, en su apartado dedicado a esta materia prima, concluye que “la expansión de las masas forestales de especies del género Eucalyptus es una de las consecuencias probables”. En la segunda fase de expansión de la macrocelulosa se estima que el consumo de esta madera será de 2,28 millones de metros cúbicos, indicando, en contra de la Axencia Galega da Industria Forestal, que “no sería posible abastecer a la nova fábrica sin incrementar el área ocupada por plantaciones de eucalipto en Galicia (entre 80.000 e 190.000 hectáreas adicionales a las 409.000 actuales), o bien sin importar un volumen considerable" de este material.
Más eucaliptos, menos agua y el patrimonio
Tampoco queda en buen lugar el proyecto en cuanto a su relación con recursos hídricos de la zona. El informe señala que tanto “la captación de agua como la alteración de los parámetros de calidad" en el área de vertido "se sitúan dentro de los parámetros exigidos por el Plan hidrolóxico Galicia-Costa", lo que significa que el estado del río Ulla se mantendría "en la cualificación de 'bueno' existente en estos momentos”.
Sin embargo, tras afirmar esto, el estudio también pone de relieve que “los cálculos realizados están basados en valores medios mensuales en lugar de diarios" y esto, para los autores, supone "un importante riesgo”.
Por lo que respecta a la ubicación elegida para la fábrica, el Consello denuncia que se localizaría “directamente en uno de los hábitats geográficos y ecológicos más singulares e interesantes de Galicia”. Se refiere, en concreto, a que se trata de un area incluida para la ampliación de la Rede Natura que lleva paralizada desde 2011.
Sobre esto, concluye que "ocuparía sobre el 7 % de la superficie del afloramiento serpentinítico, implicaría la destrucicón completa o la alteración irreversible de estos suelos y su biota asociada, un verdadero laboratorio natural de biodiversidad”.
Otro aspecto que puede verse afectado en caso de salir adelante el proyecto es el patrimonio cultural. El informe asegura que la propuesta de Altri “no responde a un análisis conceptual complejo integrado de valores naturales, sociales y culturales”, sino que "los entende como elementos aislados".
Por todo ello, asevera el Consello da Cultura Galega que los diferentes estudios realizados para la preparación de su informe apuntan "a la inexistencia de datos y de investigaciones necesarias para la toma de decisión sobre un proyecto de estas características".