Nueva denuncia en relación con un servicio que, de forma directa o indirecta, presta la Xunta de Galicia al colectivo de personas mayores. En esta ocasión, ha sido el Sindicato Labrego Galego-Comisións Labregas el que lo ha hecho público.
Según señalan, en los últimos meses “venimos recibiendo reiteradas quejas de usuarios y familiares del servicio Xantar na Casa (Comer en Casa)”.
Este servicio depende de la Consellería de Política Social y es el que presta tanto alimentación como seguimiento personal a los mayores y dependientes en situación de exclusión social, tal y como explican desde el Sindicato.
“Masas pastosas, comida aguada, alimentos crudos, aditivos...”, son algunas de las características que presentan los almuerzos. Además, también indican que son bandejas de comida “elaboradas a 150 kilómetros de distancia” que se reparaten a ancianos “una vez a la semana”. A lo anterior, añaden los “problemas digestivos y las carencias nutricionales” entre los “impactos directos” que estos productos provocan en “la salud”.
Por lo que respecta a casos concretos, el Sindicato Labrego- Comisións Labregas afirma que “en estos últimos días” les ha llegado una denuncia de familiares de las personas que son usuarias de la vivenda comunitaria de A Pontenova” así como de varias familias de mayores de la Residencia e Ortigueira.
Dicha denuncia apunta a la “mala calidad de los alimentos que reciben”. No es nuevo porque por este motivo llegaron a concentrarse en señal de protesta el pasado sábado 26 de abril.
La misma empresa, ninguna medida
En ambas situaciones, detrás del servicio se encuentra la misma empresa, Coesco Deza S.L.U. situada en el municipio pontevedrés de Silleda, tal y como aseguran agregando que “nos consta que no se trata de un caso aislado, sino que hay quejas muy graves que alertan de la ínfima calidad de los alimentos que les llegan a las personas usuarias”.

A lo descrito anteriormente se suma el hecho de que “tanto desde el punto de vista nutricional como de seguridad, los alimentos recalentados no son aconsejables, menos para personas mayores en muchos casos con problemas de salud importantes”.
Las consecuencias de esto, como describen las familias, se materializan en “diarreas” y “problemas intestinales habituales”, además de indicar que “resultan intragables”. Esto provoca que en muchas ocasiones “se devuelvan las bandejas llenas”, es decir, que los mayores no se alimentan conllevando “déficits nutricionales muy importantes”.
En relación con la calidad de los productos que se reparten, el hecho de que se elaboren a 150 kilómetros de distancia y se distribuyan una vez a la semana, requiere del uso de aditivos con lo que esto significa para la salud de las personas. Esto no sería necesario si “el reparto fuese diario” y los alimentos se preparasen “en un radio corto de distancia”.
Precisamente, el Sindicato Labrego Galego considera la situación de “totalmente intolerable” que los alimentos que llegan a los usuarios proceden “cada siete días” desde “más de 150 kilómetros de distancia”. Esto llama mucho la atención puesto que “en muchos casos las viviendas comunitarias, centros de día o residencias tienen cocinas propias que non se usan, y que en algunos casos podría ser utilizadas, además de para elaborar los menús de los propios residentes, para los usuarios del serivicio Xantar na Casa.
La situación es grave y desde el sindicato, su vocal en el Consello Galego de Benestar Social, Margarida Prieto, ha solicitado ya la convocatoria “con carácter de urgencia” de una reunión de este órgano “para tratar esta problemática”.
Desl mismo modo, también han reclamado información “por escrito” de las denuncias que consten en la Consellería, así como de las actuaciones que se hayan llevado a cabo, “información detallada de cómo es el control de calidad de las materias primas y qué organismo o entidad independente realiza los informes de seguimiento de este servicio”.
Por último, entre las reclamaciones del Sindicato Labrego Galego preguntan si hay en marcha alguna investigación, inspección o expediente a la empresa adjudicataria, o “que se le rescinda o no se renueve el contrato”.