Nada más y nada menos que 17 días después el incendio de Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, el segundo más grande de la historia de Galicia, por fin está estabilizado -que no apagado- en su totalidad. La noticia conocida hoy las 13.30 horas aproximadamente es la primera información positiva sobre una catástrofe natural que comenzó el pasado viernes 8 de agosto.

El dato lo ha ofrecido la Consellería do Medio Rural, que lo ha acompañado con la relativa a los dos incendios que todavía permanecen activos (los de más de 20 hectáreas afectadas, que son de los que informa la Xunta). Estos fuegos se hallan en Ourense, provincia muy castigada por esta ola y que esta tarde aún permanecía en Situación 2.

Cabe recordar que el iniciado en la parroquia de Requeixo, en Chandrexa de Queixa) comenzó aquel día de agosto en ese punto y luego se propagó a las parroquias de Parafita (también en Chandexa) y Mormentelos (en Vilariño de Conso y que ha sido el que se ha dado por estabilizado hoy lunes).

Casi coincidiendo con este anuncio, como si de una casualidad se tratase, ha ofrecido una rueda de prensa el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

Curiosamente, tras utilizar los incendios atendiendo más a intereses partidistas que generales, como le han reprochado diferentes entidades y asociaciones, ahora el que fuera presidente de la Xunta de Galicia entre 2009 y 2022 y que se 'sirvió' de los grandes incendios ocurridos en uno de los veranos del Gobierno bipartito de PSdeG y BNG (a ese instante corresponde la famosa imagen de la manguera), este lunes ha anunciado una serie de propuestas para luchar contra los incendios.

Se da la circunstancia de que el propio Alberto Núñez Feijóo, el ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el máximo dirigente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ocuparon el palco presidencial de la plaza de toros de Pontevedra el pasado 10 de agosto. Incluso al espectáculo acudió algún familiar cercano del propio líder del PP. Con esto en el recuerdo, hoy Feijóo ha criticado una supuesta tardanza del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez a la hora de intervenir, obviando, sin embargo, que él mismo se sumó a las 'labores' contra los incendios después de disfrutar (y pasarlo mal por la cogida de uno de los diestros al que no dudó en enviarle un deseo de rápida recuperación ese mismo día), en la corrida del coso de la capital de las Rías Baixas.

Precisamente, a lo largo de estas semanas le han recordado esto y también hay quien ha tirado de la manida fotografía de la manguera con zapatos castellanos de la que con el tiempo ha renegado.

Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, como ha demostrado desde que es presidente del PP, tiene muy claro su objetivo y para ello no innova sino que recurre a las mismas tácticas que, primero le sirvieron en Galicia para llegar a la Xunta y, luego, para mantenerse. Para ello, una de sus maniobras era siempre la de negar la mayor. Para ello gozaba del beneplácito y la no menos importante ayuda de determinados medios de comunicación a nivel provincial -con las principales cabeceras de las ciudades más grandes de Galicia- y regional, con el principal grupo remando a favor de su acción de Gobierno.

"De inmediato"

A lo anterior se sumaban los medios públicos, que desde su llegada al poder mantienen la protesta más extensa de la historia democrática de España de trabajadores de televisión y radio de titularidad autonómica por la manipulación informativa siempre a su favor entonces, ahora de Rueda, y desde su llegada a Madrid también del PP.

Hoy contará con las mismas ayudas a nivel nacional, así que se ha lanzado al ruedo para anunciar nada más y nada menos que 50 medidas que forman parte de un "plan integral" que se impulsan para luchar contra los incendios forestales. Otro de los pasos que suele dar Feijóo es el de la rapidez, así que este lunes, después del anuncio, también ha dicho que remitirá "de inmediato" ese plan a las Cortes. 

Según ha comentado, "hemos trabajado en una respuesta integral con 50 medidas para las zonas afectadas que comprenden la ayuda inmediata a las personas, la reparación de pueblos, la recuperación del patrimonio forestal y de empleos, y la preparación ante futuros eventos". Las medidas que propone giran en torno a tres propósitos: atención ágil a los afectados, recuperación de entornos y empleos destruidos, y garantías para que "una tragedia de estas dimensiones no vuelva a ocurrir".

La medida más rimbombante es la de las pulseras telemáticas para los pirómanos, porque el argumento principal es que hay una especie de terrorismo incendiario que los expertos niegan por activa y pasiva y que él mismo deshecho cuando esos incendios arrasaron Galicia en 2006 bajo la presidencia del socialista Emilio Pérez Touriño. Unos años después. ya con él en la Xunta, durante la ola de incendios de 2017, de nuevo, volvio la expresión de "terrorismo incendiario".

La batería de medidas que hoy ha anunciado y que a lo largo de la jornada los digitales conservadores, neoconservadores y ultras utilizarán para abrir y que mañana ocuparán las portadas de los que también tengan versión en papel, llaman la atención y mucho en Galicia. 

En su más de una década al frente de la administración autonómica, todas esas medidas -algunas sí mencionadas, pero sobre el papel- no formaron parte de la gestión forestal de la Xunta. Antes al contrario. Uno de los argumentos que siempre se han utilizado contra Feijóo han sido sus decisiones en esta materia. En concreto, se la ha acusado de un desmantelamiento paulatino de los servicios, de privatización de áreas relacionadas con la prevención y extinción de incencios y de haber actuado, consciente o inconscientemente a favor de la industria maderera con sus decisiones. 

Por ello, este lunes ha provocado más de una cara de sorpresa e, incluso, hay quien ha comentado que este plan integral es la nueva manguera a nivel nacional.